Un hombre de 42 años, Mario Alberto Fernández, fue acribillado a balazos en la tarde del martes en barrio Triángulo y Moderno. Durante la mañana de este miércoles trascendió que estaba ligado al clan Los Monos. En realidad era pariente de Guille Cantero por línea materna: era sobrino de Celestina Contreras y primo del actual líder de la banda, Guille Cantero.
De la víctima poco se sabe, aunque si bien desde un principio se lo situó como integrante de la banda, se pudo confirmar que no apareció en investigaciones, que era dueño de un minimarket y que no tendría un vínculo con el delito.
Fernández vivía en el mismo lugar donde lo mataron, Gaucho Rivero al 5700, a pocos metros del cruce con Rouillón. Fue ultimado en un ataque que se produjo alrededor de las 19 del martes, tras ser interceptado por un grupo de personas que se movía en un automóvil Ford K de color gris. Según una versión aportada por testigos, la víctima fue acribillada desde el vehículo.
Un vecino cargó a Fernández en un auto particular y lo trasladó al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca), donde llegó sin vida. Minutos después, la policía levantó en el lugar 8 vainas servidas y un poco más tarde, alrededor de las 19.45, efectivos de la Policía de Acción Táctica hallaron el automóvil.
Los atacantes se movilizaban en un Ford K color gris, con el dominio colocado únicamente en la parte trasera. A raíz de esta información, un móvil policial realizó un patrullaje en busca del vehículo y se halló un auto sobre Francia al 4500, en inmediaciones de los Fonavi. Del interior del rodado secuestraron un cartucho aparentemente intacto, lo que podría ser una pista clave para esclarecer los hechos. Los oficiales realizaron un recorrido por la zona y preguntaron a los vecinos, quienes aseguraron que el vehículo no pertenecía al lugar. Por lo tanto, se preservó el automóvil como posible evidencia, mientras se continuaba con la investigación.
Una paz mentirosa
La tarde del miércoles en la zona de los Fonavi de Rouillón y bulevar Seguí poca gente se veía en los pasillos. El tema que asusta a los vecinos y que les tapa la boca es la venta de drogas en los pasillos es la venta de drogas. "Acá si decís algo te mandan a tirotear la casa", deslizó una vecina y acotó: "Dicen que se puede armar un kilombo entre bandas, la gente tiene miedo". El caso de Fernández no tendría que ver con esos sitios oscuros y negados en los barrios.
La historia cruzada entre delito y familias de zona sur es compleja. Ariel Cantero padre, "el viejo", se hizo cargo de la banda en 2003 al morir en extrañas circunstancias Juan Carlos Fernández, alias "el Mono Grande". Era su concuñado, hermano de Celestina Contreras, ex mujer del viejo. De esa rama familiar se desprende Mario Fernández.
Cantero y su concuñado habían librado batallas sin cuartel en el barrio, en aquel momento Las Flores, hoy 17 de Agosto, con los Garompa, otro grupo violento de la villa La Granada. En esos cruces también se atravesó la familia Schneider, por eso en las crónicas policiales esos nombres aparecen y todos terminan ligados al clan Cantero.
En el caso de Mario Alberto Fernández, tanto sus vecinos del barrio como algunos pesquisas lo desligan de los hechos delictivos y por más que lo sitúan en el campo de los afectos de la familia, no se lo hallaría ni en causas resonantes ni en conflictos judiciales. La víctima junto a su familia vive a pocos metros de donde lo mataron, el ingreso de un pasillo a los monoblock, puntualmente la escalera 9, y tienen un comercio en las inmediaciones.
Algunos pesquisas y gente que conoce de las barras ligan este asesinato a algún tipo de mensaje o amenaza al clan. “Los muchachos de la barra de las hinchadas van por todo y este muchacho Fernández no molestaba a nadie y por ahí por eso lo mataron, era fácil. No era un peso pesado ni mucho menos y te das cuenta porque no hubo ecos en la calle, acá todo se sabe y es posible que en unos días quede claro porque lo hicieron", sostuvo un hombre que conoce la zona y las relaciones de conflicto que maneja el clan Cantero.