¿Por que se mata a un carrero, a un trabajador de chatarrería, un padre de familia que alguna vez cirujeó? Por plata, porque alguien paga para matar a un cualquiera. A Gerardo Mesa, alias Pantera, lo mataron por plata. Tenía 64 años y hace unos quince que sufrió un ACV que no le permitía moverse con soltura. La tarde del miércoles llegaron hasta su casa dos hombres jóvenes, no más de 16 o 17 años, a la puerta de un pasillo de un asentamiento de Rubén Darío al 2000, y gritaron "¡Acá nadie vende drogas porque vamos a vender nosotros, somos los de Felipe Moré, somos los únicos que vendemos acá!". Pantera, que estaba sentado en el ingreso del corto y angosto pasillo, se levantó y le dijo a uno: "¿Qué querés? Acá nadie vende ni nada, yo no te jodo y esta es mi casa". En ese pasillo nunca hubo búnkeres. La respuesta fue obvia: seis tiros para él y dos para un vecino que intentó ayudarlo cuando Pantera se desplomó. El barrio balbucea un nombre: Fran Riquelme. Algunos dan otro nombre: Cabeza de Tortuga, como el que manejó el arma y disparó sobre un hombre enfermo.
La familia Mesa no estaba en su casa el jueves a la mañana, lidiaban con trámites judiciales y del velorio de Gerardo. Un chico que sí estaba apenas dijo: "No sé nada, yo no vi". Al caminar por esa calle, Rubén Darío, más que humilde y cruzada por carros de cirujeo y donde la miseria está instalada hace días eternos, los pasillos hablan: "Le tiraron a quemarropa. Pantera siempre laburó. Era camionero de una chatarrería y después le agarró el ACV y lo cagó. Quedó sin poder trabajar y los hijos también cirujean y eso. El que le tiró es un pibito que trabaja para Fran Riquelme. Es como el cuarto que mata en el barrio, hace unos meses en Felipe Moré y pasaje Franco casi mata a Pancho, un muchacho que no tenía nada que ver. Hace un montón que este pibe viene matando. Cuando salimos con los carros los de la 12ª y la 24ª nos piden documentos y nos llevan presos, pero a este no lo cazan".
Otra vecina contó que los asesinos, "ellos", venden en el pasillo que está frente de donde mataron a Pantera. "Hace un tiempo que están ahí y el que los manda es uno, Nico, que tiene puesta la tobillera. Cayó preso de nuevo hace tiempo y dicen que pagó una plata, unos 3 millones, en la 12ª, y ni causa le hicieron. El día que mataron a Pantera estaban vendiendo como siempre y se hacían los tontos", dijo la mujer, que conoce a Pantera desde "hace mucho". La familia Mesa lleva viviendo en esa zona unas dos décadas. Durante años se sentó en la puerta del pasillo donde lo encontraron las balas.
La banda de Fran Riquelme
En septiembre de 2022 los fiscales Adrián Spelta y Patricio Saldutti imputaron a la Banda de Fran. Fueron diez los acusados por asociación ilícita. La banda desarrolla sus actividades en Empalme Graneros, Ludueña e Industrial.
Francisco “Fran” Riquelme se crió en el barrio, fue a las mismas escuelas de los hijos de varias de las víctimas de la zona. En su tiempo —ahora está detenido— era el hombre que compró la franquicia delictiva de Esteban Alvarado en la zona noroeste.
Lo detuvieron el 3 de abril de 2020 en su histórica casa de Felipe More al 600 bis y los fiscales lo calificaron como el “Pablo Escobar de Empalme”, un hombre de sangre fría, homicida e inteligente.
Uno de sus casos más resonantes fue la tentativa de homicidio de Mariana Ortigala, que recibió cuatro tiros marzo de 2020, hoy también presa, imputada de múltiples delitos y ligada al clan Los Monos.
En la zona de Empalme, Larrea, Ludueña e Industrial sólo en 2022 se contaron 45 homicidios en la guerra que se llevó adelante entre Los Riquelme y sus enemigos confesos y aliados al clan Cantero: los ya acusados y presos Mauro Gerez, Andrés “Andy” Benítez, Julián Aguirre y Jonatan “Peco” Almada, y el asesinado Cristian “Larva” Fernández. Unas 30 personas fueron imputados por el fiscal Pablo Socca en agosto de 2023.
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En una audiencia acusatoria llevada adelante en 2022 se ventilaron los homicidios. También se prevén imputaciones por los crímenes de Natalia Andrea Longhi, de 27 años, el 6 de enero en Pasaje Franco al 2000; el de Larva Fernández, de 28 y asesinado el 14 de abril en Gorriti y Campbell, y el de Miguel Alejandro Ramírez, de 31, ultimado el 20 de junio en De La Salle y Solís. A estas muertes se sumaron algunas más, aún no resueltas, en 2023.
En diciembre de 2024 capturaron en la ciudad de Buenos Aires a Jona o Jonita Riquelme, hermano de Francisco Riquelme, preso en la unidad penal de Marcos Paz. Lo detuvieron en un operativo que realizaron en conjunto la Policía de la Ciudad y la Policía de Santa Fe en las inmediaciones de un edificio del barrio porteño de Caballito.