Un policía de la provincia de Santa Fe está prófugo luego de que el pasado domingo fue allanada su casa de la zona sudoeste, donde no lo encontraron. El operativo estuvo enmarcado en una serie de procedimientos relacionados con la causa que investiga a Los Menores y en la cual hubo cuatro detenidos, entre ellos el sindicado como uno de los líderes del grupo. Se trata de una banda ligada, en principio, al narcomenudeo en la zona noroeste y que recientemente fue mencionada por el doble crimen de los barras de Rosario Central, Andrés "Pillín" Bracamonte y Daniel "Rana" Attardo.
En Dean Funes al 3600, barrio San Francisquito, llamaron la atención los cambios que se percibieron en el último tiempo alrededor de una casa ubicada a mitad de cuadra. Desde hace unos cinco años vive ahí el policía Jonatan G. con su familia, en lo que antiguamente era la casa de un pariente. En ese tiempo la vivienda comenzó a ser punto de encuentro de grupos de hinchas de Newell's y el agente fue visto bajando en varias ocasiones de autos de alta gama en los que llegaba como acompañante. A veces un Mercedes, otras un Audi. El manejaba una camioneta que dejó de ser vista en la calle hace unas semanas, una vez que quedó adentro de la casa y cubierta por una lona.
Hoy la casa puede ser identificada fácilmente porque tiene en su puerta la abolladura que dejó el golpe inicial con el que agentes de la Tropa de Operaciones Especiales ingresaron la mañana del domingo pasado. El allanamiento fue solicitado por la fiscal Georgina Pairola y se realizó a la par de otros procedimientos enmarcados en la investigación a la banda Los Menores. Horas antes, en la provincia de Buenos Aires, había sido detenido Lisandro "Limón" Contreras, también conocido como "Licha" y sindicado como un hombre de peso en la estructura de la banda. En otros procedimientos en Rosario y alrededores hubo tres detenidos más.
El 14 de noviembre pasado policías interceptaron una camioneta con el dato de que en ella darían con Limón Contreras, pero se encontraron con Jonatan G. y otro hombre que fueron demorados y luego quedaron libres. De una manera similar, este domingo fueron en busca del policía y no lo encontraron, tampoco la camioneta que según pudo saber este diario estuvo escondida en esa vivienda. Sobre el agente, que había pasado a disponibilidad, pesa ahora un pedido de captura.
Los Menores
La banda es investigada por la Justicia provincial desde hace meses por extorsiones, balaceras, homicidios y otros hechos violentos relacionados a disputas territoriales por narcomenudeo en el barrio 7 de Septiembre y alrededores. También fue mencionada en otras investigaciones complejas sobre crímenes resonantes, por lo cual se cree que además realizaban ataques para quien les pagara.
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La mira de la Justicia volvió a ubicarse sobre el grupo luego del doble crimen de Bracamonte y Attardo, dado que fue mencionado por el propio Pillín antes de ser asesinado, según publicó La Nación. Aquella hipótesis no termina de consolidarse, pero mientras tanto la Justicia aprovechó ese marco para profundizar la investigación sobre Los Menores. Los cuatro detenidos en ese contexto serán imputados por asociación ilícita, según comunicaron desde Fiscalía.
Policías bajo la lupa
En estas dos investigaciones hay un punto en común y es la sospecha sobre el accionar policial. Por el doble crimen de los barras la inquietud de los investigadores sobre ese aspecto llevó a un allanamiento a la comisaría 9ª del barrio Arroyito, ubicada siete cuadras de la escena del ataque. En cuanto a Los Menores, ya hay un policía imputado desde septiembre de 2023 por colaborar con la banda.
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Las dudas crecieron cuando el 14 de noviembre policías interceptaron un vehículo creyendo que darían con Limón Contreras, pero se encontraron con el agente Jonatan G., ahora prófugo. Se trata de una camioneta que posiblemente sea la misma que el policía tuvo en su casa.
Ese movimiento extraño es parte de otras particularidades alrededor del agente prófugo, desde su cercanía a grupos de la pesada de Newell's que solían juntarse en su casa, los autos de alta gama en los que llegó allí en varias ocasiones y las recurrentes fiestas que lo ubicaron en la mira del vecindario. Cuando se instaló en esa vivienda de Dean Funes al 3600 solía andar uniformado, pero en el último tiempo siempre se mostró de civil dado que estaba en disponibilidad. Ahora nadie sabe de su paradero. Cuánto logre mantenerse fuera de la ley podrá ser un indicador de la magnitud de un entramado apenas conocido y que continúa bajo investigación.
