La última vez que llegó del trabajo a su casa en la zona de monoblocks de Rouillón y Seguí, Gustavo Rivero se dio un baño y volvió a salir: a la noche celebraban una despedida del año con sus compañeros de trabajo en una empresa de Pérez. Esa la madrugada, cuando la reunión había terminado, cuatro hombres lo mataron con dos disparos durante el robo frustrado de su auto. Dos acusados fueron detenidos al escapar de la escena y un tercero fue apresado la semana pasada, a sólo unos metros de la casa de la víctima. Apuntado por una pericia telefónica, Milton Damián S. tenía pedido de captura por el crimen y quedó en prisión preventiva como uno de los coautores.
La imputación a S., de 21 años, se formalizó el viernes durante una audiencia en el Centro de Justicia Penal. El fiscal Adrián Spelta lo acusó de integrar el grupo que el 25 de noviembre de 2022 asaltó a Rivero con dos armas para robarle el auto, un Peugeot 408 blanco, en Liniers y Gálvez, en la zona oeste de Rosario. El conductor intentó evitar el asalto y en medio de una maniobra para alejarse le dispararon al tórax. Antes de morir, él mismo alcanzó a contarles a dos policías cómo estaban vestidos los atacantes.
Una trabajadora sexual que lo acompañaba relató lo que había pasado y la secuencia además se pudo reconstruir por filmaciones de cámaras de la cuadra. Así, dos de los sospechosos —vestidos tal como había descripto al víctima— fueron detenidos a las pocas cuadras. Las dos armas usadas en el ataque se recuperaron en un contenedor de basura de la zona. La captura de S. estaba pendiente desde hacía poco tiempo, el 1º de abril pasado, cuando en base a una pericia telefónica que conectó su nombre con su apodo el fiscal Spelta libró la orden de detención.
La madrugada del miércoles pasado, efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria identificaron a los tres ocupantes de una cupé Peugeot RCZ en el Fonavi de Rouillón entre Sanguinetti y Juan XXIII. Los hicieron descender y al verificar los datos advirtieron el pedido de detención que pesaba sobre S. por homicidio.
En la audiencia judicial Spelta lo imputó como coautor de un homicidio calificado criminis causa, delito que se pena con prisión perpetua, además de un intento de robo calificado y portación ilegítima de un arma de fuego. El juez Hernán Postma le dictó al prisión preventiva por el plazo legal de dos años. S. se convirtió en el tercer detenido por el caso. Desde hace más de dos años están en prisión preventiva Matías Ismael G. y Lautaro Angel B.P., quienes tenían 19 y 18 años al momento de ser detenidos.
La despedida
Gustavo Rivero tenía 32 años y trabajaba en la empresa recicladora de chatarra y productora de acero Gerdau, de Pérez. La tarde anterior al crimen, al salir de su trabajo, pasó por su casa de Sanguinetti al 5500. Según contó entonces su madre a La Capital , se bañó y volvió a salir para encontrarse con sus compañeros en una despedida de año.
Alrededor de las 3 de la madrugada siguiente estaba en su auto con una mujer en Liniers y Gálvez, a unas diez cuadras de su casa, cuando cuatro personas se acercaron, lo apuntaron con un arma y le exigieron que se bajara. Obligaban a descender del vehículo a su acompañante y dos de ellos subieron al vehículo. El conductor dio marcha al auto para escapar y al ver que el plan se frustraba le dispararon dos veces.
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El auto avanzó unos metros hasta estrellarse contra un árbol. Los agresores se fueron corriendo. La mujer que estaba con la víctima llamó a la policía y dos efectivos llegaron al lugar. Rivero les dijo cómo iban vestidos los agresores y los describió físicamente, pero falleció enseguida, dentro del auto, con un disparo en la espalda que le atravesó el torso y otro que le ingresó por la axila izquierda tras herirlo en el brazo.
La mujer contó que recién había subido al auto y estaban conversando cuando escucharon “un golpe fuerte” en el auto: “Veo a unos cinco pibes jóvenes que tenían armas, me bajaron del brazo y de los pelos y como el chico dueño del auto no se quería bajar se subieron dos. Arrancan fuerte hasta que siento un disparo, el auto se dio contra el árbol y se bajan y se van todos corriendo por Gálvez”, dijo.
Secuencia filmada
Los agentes de otra patrulla apresaron a los primeros dos sospechosos en la zona de Gálvez y Rouillón. En base al relato de testigos que se acercaron a la escena, en tanto, en un contenedor ubicado a una cuadra se encontraron entre restos de poda una pistola Bersa 9 milímetros con cargador y numeración limada y una Taurus calibre 45. Una pericia balística constató que los dos tiros letales partieron de una de esas armas, la calibre 9.
Las cámaras del barrio registraron la secuencia completa. En una filmación se aprecia que a las 2.48 se detuvo el auto en la ochava oeste. Un minuto después pasaron dos jóvenes en bicicleta que miraron hacia el vehículo. A los diez minutos llegaron cuatro jóvenes caminando, dos por la vereda oeste y los otros por la de enfrente. Cada par avanzó desde su costado hacia el auto. Dos abordaron al conductor y los otros a la acompañante.
A las 2.59 el conductor intentó huir y uno de los ladrones cayó al piso desde el auto en movimiento. Los otros tres atinaron a escapar pero regresaron hacia el auto, que se detuvo al chocar contra un árbol.
