El padre Guillermo forcejeó con un delincuente durante 10 minutos para evitar que le quitaran su computadora.
Foto: Instagram/@aca.espiritusanto.
El robo ocurrió durante el encuentro religioso del domingo.
"Devolveme la computadora porque no te dejo ir", exigió un sacerdote este domingo antes del mediodía en la zona oeste. Un ladrón había entrado a su casa durante la misa, pero finalmente el robo fracasó porque logró retenerlo durante varios minutos dentro del patio vecino al templo.
Guillermo D. R. advirtió la presencia de los delincuentes poco después de las 11 de la mañana en Cochabamba al 6300, cuando una vecina le preguntó si tenía una notebook. La mujer había advertido que un hombre se estaba llevando el aparato y una mochila mientras los asistentes a la celebración se retiraban de la Parroquia Espíritu Santo.
El sospechoso, de 46 años, intentó escapar saltando un muro para llegar hasta la calle, pero el cura lo agarró de una pierna. Si bien consiguió zafar después de algunos rodeos, un grupo de personas ya estaba en alerta ante la situación y la policía llegó a tiempo para intervenir luego del arresto civil.
El párroco calcula que el forcejeo para evitar el robo duró unos 10 minutos. Guillermo terminó con un pie lastimado porque aún llevaba la ropa de misa y perdió las sandalias que tenía puestas cuando fue a revisar su casa.
"No le quería pegar, lo quería agarrar para que no se escapara", comentó el sacerdote este lunes en un reportaje con Canal 3. A pesar del esfuerzo, en un momento se cayó al piso y el delincuente salió del templo. Algunos testimonios indican que el ladrón estaba junto a un cómplice, pero el religioso no llegó a verlo.
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El cura de 51 años se levantó del césped y luego se enteró de que los vecinos habían retenido al maleante. La policía se encargó de llevar a Damián F. al Policlínico San Martín para brindarle asistencia médica. Después, el detenido quedó bajo custodia en la Comisaría 32°.
Según fuentes de las fuerzas de seguridad provinciales, el sospechoso tenía $7.600 y 10 euros en el momento en el que lo arrestaron. A continuación, el padre Guillermo recuperó los elementos sustraídos y prestó declaración ante las autoridades.
El párroco presume que el ladrón llegó hasta su casa por un "descuido" en el templo ubicado cerca del Parque Oeste. Una de las puertas del lugar había quedado sin llave a la hora de la misa del domingo. "Estuvieron por toda la casa, pero finalmente no se pudieron llevar nada", enfatizó.
El cura ya había sufrido robos a punta de pistola y también con arma blanca. Durante el forcejeo no se dio cuenta de que se había lastimado el pie. De hecho, acotó: "En el momento fue horrible la pelea". Después del operativo policial supo que los vecinos conocían al detenido y se mostró dispuesto a charlar con él para tratar de ayudarlo.
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