Dos jóvenes de 20 años enfrentarán un pedido de prisión perpetua al estar acusados de matar a tiros a una chica en su casa del barrio Tablada. El sindicado como instigador del crimen es Alan Funes, de 24 años y ya condenado a 44 años de cárcel por narcotráfico y un homicidio, para quien la Fiscalía también pidió la pena máxima. En los diálogos conocidos en la investigación aparecen los trasfondos del funcionamiento de las bandas barriales dedicadas al narcomenudeo, compuestas en su eslabón inferior por pibes que persiguen con intensidad el dinero rápido y el prestigio entre pares.
A Mariel Lezcano la mataron a tiros el 13 de octubre de 2021 en su casa de Ayacucho al 4300, ubicada en el fondo de un pasillo cuya vivienda del frente pertenecía al clan Funes. Los testigos condujeron a la policía a otro búnker de esa banda, en Chacabuco al 4100, bajo la sospecha de que el crimen había sido una venganza contra la madre de Mariel por no haber accedido a vender drogas para la organización. En aquel búnker de calle Chacabuco la policía detuvo a un joven que intentó escapar por los techos y descartó una pistola 9 milímetros: se trata de Fabio "Fabito" D., quien fue imputado como encubridor de los sicarios que luego de cometer el crimen le dejaron el arma homicida.
Con el avance de la investigación los presuntos sicarios fueron identificados como Iván "Lolo" G. y Ulises "Pera" C., ambos de 20 años. Habían actuado bajo las órdenes de Alan Funes, quien días antes había anticipado un ataque contra "Paquete", como en el barrio se conocía a la madre de Mariel Lezcano. La reconstrucción del hecho los ubicó llegando en una moto Honda Wave roja a la puerta del pasillo de Ayacucho al 4300. Según la acusación del fiscal Gastón Ávila, Lolo manejaba y fue él quien se bajó del rodado para entrar al pasillo y matar a Mariel con un tiro en la cabeza y otro en la cadera.
Una hora después del hecho, según consta en las conversaciones conocidas tras los peritajes a los celulares de los detenidos, el chico se comunicó con Solange, su novia y además hermana de Alan Funes. Ella le recriminó no haber guardado mejor el arma y le anticipó que lo iban a buscar para detenerlo. "Ahora sí pierden", le dijo. "Tenés que guardar las cosas, siempre te digo. No hay que jugar con eso, es mejor tenerlo guardado", siguió. "Y bueno, fue. Unos años", le contestó Lolo en referencia a lo que le esperaría en caso de ser detenido.
"Necesitaba plata", le dijo el chico a su novia. "¿Sí? ¿Con 30 mil pesos sos feliz?", repreguntó ella y él contestó: "No, pero zafo". Sin embargo, días atrás, ella misma le transmitía lo que Alan Funes le indicaba desde la cárcel. "Ese anda con vos. Ya me dijeron. Que active si quiere ser mi cuñado. Que se empiece a mover, a hacer cosas", le había dicho a su hermana menor. En las mismas conversaciones aparecieron fotos de los chicos mostrando sus armas y chalecos antibalas. Seis días después, Lolo asesinó a Mariel Lezcano.
El pago real, según trascendió en conversaciones que el pibe tenía con sus amigos, fue de 100 mil pesos. "Me iban a dar 150 si era para la madre, para la Pakete. ¿Vos no viste, boludo, la foto que subí al Instagram en el bar con una banda de plata?", le comentó Lolo a un amigo tres días después del crimen. La foto en cuestión, que consta en la investigación, es una pizza especial con unas latas de gaseosa y varios billetes de distintos valores. "Ahí me quedaba poco ya. Por eso fue ahí y me gasté todo, le pagué a todos. Andaba con la plata toda encima, por las dudas si me agarraban, para arreglar", agregó.
De esas charlas también se desprende que Lolo sabía que lo estaban buscando, pero a su vez intentaba continuar con su vida. El 18 de octubre, cinco días después del crimen, invitó a jugar al fútbol 5 a un amigo que le respondió: "Ando sin cash". "Fa amigo, qué onda. Vivís laburando y no tenés plata. ¿Cuánto te pagan?", le reprochó Lolo. Entonces se dio un diálogo que da cuenta del trasfondo económico, aunque se trate de poco dinero, en estas dinámicas violentas.
Amigo: - Y bueno pero no cobro lo que cobrás vos, yo le doy plata a mi vieja, todos los chiches, vos te gastás todo lo que cobrás en droga nomás.
Lolo: - Si yo también le doy plata a mi mamá, vos hacés mal porque te gastás todo en ropa y no guardás nada.
A: - Sí pero vos ganás 15 mil por semana y yo gano 7 raspando
L: - Yo gano 10 mil por semana. Le doy 2 mil pesos a mi mamá, son 8 mil.
A: - Sí pero vos sos un tiratiros y ahí tenés plata aparte. Yo no, yo soy un muerto de hambre.
En abril de 2022, luego de que Alan Funes fuera imputado como líder de una banda, la madre de Lolo, acusado como miembro, habló con La Capital y contó que hacía poco tiempo que su hijo se había involucrado en conflictos de este tipo. "En una semana mi hijo se metió en todos estos problemas. Él trabajaba todos los días con el padre. Ahora voy a la cárcel a verlo y le pregunto por qué, si le dimos todo, por qué tengo que ir a verlo allá", contó Valeria en aquella ocasión.
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“Los pibes se quieren hacer ver. Se quieren hacer los Pablo Escobar, quién es el que hace más cosas para tener más fama”, opinó la madre de Lolo en ese entonces. Contó que su hijo había hecho parte de la primaria en la Escuela Normal 3 de Entre Ríos al 2300 y parte de la secundaria en el Nacional 1 de 9 de Julio y Necochea. “Un día dijo que no quería ir más, que no entendía nada. Yo me enojé porque quería que termine, pero mi marido le dijo que si no quería ir a la escuela iba a laburar con él, pero que en la calle no iba a andar porque la calle trae problemas”, contó la mujer.
En las charlas con sus amigos, luego del crimen de Mariel Lezcano, Lolo manifestaba estar preocupado por su familia. Cuando uno de ellos le aconsejó que se cuide, él respondió: "Sí bobo ahora yo me quiero calmar por mi vieja, porque están re mal todos. Me dijo si quería empezar la iglesia, pero no creo". "No me siento con ganas de empezar a ir a la iglesia, pero si lo hago es por ellos. Lo que pasa es que no quiero ir a la iglesia porque van a decir 'mirá empezó a la iglesia está regalado' y me van a comer el lomo", siguió. Sabía que lo habían reconocido los testigos del asesinato y que estaba siendo buscado, pero cuando otro amigo le preguntó qué tenía pensado hacer fue claro: "Nada. Absolutamente nada". Un día después fue detenido.