El condenado citó a la víctima y al llegar al lugar dos hombres le dispararon en una esquina de Fray Luis Beltrán, en 2013.
El portal de Fray Luis Beltrán donde cayó Romero
El tribunal de Juicio integrado por los jueces Ariel Cattáneo, Darío Pangrazi y Griselda Strologo condenó en San Lorenzo a Brian Coroa a la pena de 11 años y 10 meses de prisión efectiva por los delitos de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego en carácter de partícipe necesario en contra de Cristian Romero.
El crimen ocurrió en la esquina de Pellegrini y Monteagudo de la localidad de Fray Luis Beltran el 10 de febrero de 2013.
Durante la imputación y el juicio, la fiscal Melina Serena le atribuyó a Coroa que el 10 de febrero de 2023, aproximadamente a las 16.20, haber participado del homicidio de Cristian Romero. Su rol fue contactar a Romero por mensajería instantánea para encontrarse en la esquina de la casa del mismo Romero, en inmediaciones de calle Pellegrini y Monteagudo de Fray Luis Beltran.
La investigación de fiscalía determinó que ese viernes de febrero los que dispararon fueron dos personas que Coroa no identificó. Durante la audiencia imputativa el condenado dijo: “No tengo nada que ver, ese día estuve toda la tarde en mi casa. Conozco a “Pataca” porque fui a la escuela con el hermano, pero nunca tuve problemas. Yo tengo un Peugeot, pero es de color negro”.
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Durante la audiencia imputativa previa al juicio la defensora pública Marianela Pagliaretti se opuso al pedido de prisión hasta el inicio del juicio, fundamentando que su asistido nunca estuvo en el lugar de los hechos. Afirmó que al momento del crimen de Romero el auto de su cliente estaba en otro lugar estacionado, según registro fílmico de cámaras de seguridad. Serena señaló que no le sorprende que Brian Coroa niegue la propiedad del teléfono, ya que admitiría que vende drogas y en las alternativas de las distintas audiencias dejó constancia de que “Pataca” se comunicaba con el teléfono de su madre con el contacto “Leo C.”. Y afirmó que hay captura de pantalla respecto de la conversación con la cual se pactó el encuentro, que finalmente resultó una emboscada.∏
La imputada tiene 21 años, es estudiante de medicina y cursaba un embarazo de 39 semanas que había mantenido oculto a sus familiares y amigos
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