La causa por el crimen de Ángel José Acuña, un joven ultimado a balazos por una patota que irrumpió en su casa del barrio Stella Maris, sumó un nuevo acusado esta semana. Un joven de 21 años fue imputado como uno de los coautores del asesinato, enmarcado en un conflicto con la banda de Los Menores. Es el cuarto implicado por el homicidio, que se considera calificado por haber sido cometido por más de dos personas y bajo ese encuadre prevé prisión perpetua. Quedó en prisión preventiva por el plazo legal de dos años.
El último detenido por el crimen de Acuña es Diego Andrés Aguirre, quien el miércoles fue sometido a audiencia imputativa en el Centro de Justicia Penal. Lo había detenido el lunes personal de la división Homicidios que realizaba tareas de inteligencia en avenida Colombres al 1700. El joven tenía un pedido de captura por el crimen del 13 de septiembre de 2023, cuando entre cuatro o cinco personas entraron a una casa de José Ingenieros al 8600 y le dispararon en la zona del abdomen a Acuña. El chico tenía 20 años y murió poco después en el Hospital Clemente Álvarez (Heca).
La fiscal Georgina Pairola imputó a Aguirre como uno de los integrantes del grupo que llegó en un auto para ultimar a Acuña. Fue luego de que el joven mantuviera una discusión con jóvenes que vendían droga en un pasillo a metros de su casa. Lo consideró coautor de un homicidio calificado por el concurso de dos o más personas, agravado además por el uso de arma de fuego y la participación de un menor de edad. También fue acusado del delito de portación ilegal de un arma de guerra. El juez Fernando Sosa dictó la prisión preventiva por dos años.
Una pelea con soldaditos
El crimen de Acuña fue resultado de un conflicto que había mantenido el joven en un punto de venta de drogas cercano a su casa del barrio Stella Maris. Sus conocidos contaron que minutos antes del ataque se había peleado con unos chicos, muchos de ellos menores de edad, que estaban a cargo de la venta de drogas en un búnker cercano a su casa y que solían molestarlo.
“El pasó por el pasillo y estaban estos pibes que siempre lo agarran para el cachete. El no estaba metido en nada, solamente se defendió. Estaba cansado de que lo escupan o le digan cosas y le pegó a uno”, contó un allegado. “Él sabía que esos pibes venden droga, pero no sabía que iban a reaccionar así. Llamaron a los sicarios y fueron directo a él", agregó.
Fue así que en cuestión de minutos el joven y su familia sufrieron una suerte de golpe comando. Al menos cinco personas llegaron en un Renault Clío verde y una moto a la cuadra de José Ingenieros al 8600. Bajaron frente a la casa de la víctima, atravesaron el ingreso al terreno familiar delimitado por un tapial y caminaron hasta la casa del fondo. Bajo amenazas y portando armas amenazaron a la familia y luego de un breve forcejeo con la víctima, según planteó Pairola en la audiencia, le efectuaron al menos tres disparos. Luego se fueron a toda velocidad en dirección al barrio 7 de Septiembre.
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Al chico lo llevaron en grave estado al Policlínico San Martín y desde allí lo derivaron al Heca, donde falleció alrededor de las 19 por una hemorragia masiva abdominal. En la escena, en tanto, la policía secuestró tres vainas calibre 9 milímetros y acopió declaraciones. Surgió entonces que el puesto de drogas donde Acuña había mantenido un altercado era regenteado por la banda de Los Menores, una organización de narcomenudeo con sus jefes radicados en Buenos Aires. Fue la primera mención pública de esa gavilla, que luego apareció ligada a hechos muy violentos en la zona noroeste.
La historia de Los Menores
El grupo criminal cobró resonancia en noviembre pasado cuando quedó en la mira por el doble crimen del histórico jefe de la barra de Rosario Central, Andrés “Pillín” Bracamonte, y su ladero Daniel “Rana” Attardo. Entonces fue cercada por una serie de allanamientos y detenciones. El propio Pillín había indicado en una nota con el diario La Nación, poco antes del ataque, que Los Menores habían intentado asesinarlo en agosto.
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En ese marco fue detenido el 7 de diciembre en Buenos Aires uno de los sindicados jefes, Lisandro “Limón” Contreras, quien vivía en un country de Pilar, y volvió a circular el nombre del prófugo Matías Gazzani, mencionado como otro de los jefes.
Para ese entonces la causa por el crimen de Acuña ya contaba con tres imputados. Ezequiel Sebastián Dilascio, de 19 años, y Dylan Bartozzeti, de 23, fueron ligados a la ejecución del crimen, el primero como partícipe primario y el segundo como autor, mientras que Nahuel Rostro quedó implicado por encubrimiento agravado.
Con influencia en los barrios 7 de Septiembre, Stella Maris, Emaús y La Bombacha —donde tienen bajo su mando a un grupo de jóvenes dedicados a la venta de drogas, extorsiones, usurpaciones y otros delitos violentos—, Los Menores fueron además investigados por otros seis asesinatos cometidos en los últimos dos años y el crimen frustrado de un soldadito que logró escapar. Un caso que desnudó la protección policial al grupo. Fuentes judiciales también confirmaron que integran una facción de la barra brava de Central.