Cuatro hombres fueron condenados a penas de hasta cuatro años por el robo cometido en 2022 en un negocio de la ciudad de Santa Fe, de donde se llevaron 40 millones de pesos, 30 mil dólares, 10 mil reales y 2 mil euros.
Por el robo, cometido en 2022 en un negocio santafesino, ya había sido sentenciado un policía. Todas las penas se acordaron en un juicio abreviado
Cuatro hombres fueron condenados a penas de hasta cuatro años por el robo cometido en 2022 en un negocio de la ciudad de Santa Fe, de donde se llevaron 40 millones de pesos, 30 mil dólares, 10 mil reales y 2 mil euros.
Las sentencias fueron resueltas mediante un juicio abreviado homologado por el juez Pablo Busaniche en los tribunales de la capital provincial.
En ese marco Sebastián Gorosito, de 42 años, y Mauro Gustavo Borghi, de 38, aceptaron cuatro años de prisión y ser declarados reincidentes. En tanto, Juan Cruz Paiva, de 44 años, y José Mora, de 38, acordaron tres años y seis meses de cárcel. Fuentes de la Fiscalía Regional 1 de la capital santafesina recordaron que por el caso ya había sido condenado el policía de 28 años Maximiliano Darío Pérez, quien prestaba servicios en la PDI y aceptó una condena a tres años y medio.
La fiscal María Gabriela Arri, quien investigó el robo, reseñó cómo se concretó. Contó que los ladrones planificaron sus acciones y concretaron el escruche entre las 2 y las 7 de la mañana del domingo 9 de octubre de 2022 en un local ubicado en la esquina de Mendoza y 9 de Julio. “Gorosito llevó en un Toyota Corolla a Borghi y Paiva y los dejó en inmediaciones del local del que sustrajeron el dinero. Luego estacionó en Urquiza y Mendoza, y se quedó en el auto junto con Mora”.
Según el relato de la fiscal durante la audiencia, Mora bajó del auto, caminó tres cuadras hasta el local y cortó el cable de fibra óptica. Luego se volvió al auto, donde se quedó con Gorosito mientras los otros dos seguían con el plan.
“Paiva y Borghi —añadió la fiscal— escalaron un portón de dos metros para entrar a una cochera que está en la vereda este de 9 de Julio al 2200, a unos 20 metros del local donde iban a cometer el robo. Luego caminaron por los techos y llegaron a la parte superior del comercio”.
Una vez allí emplearon herramientas que habían llevado para cortar el techo de chapa. Luego hicieron tres boquetes en el cielo raso y usaron una soga para bajar hasta el baño del comercio. “Una vez que desactivaron los sensores de la alarma —siguió Arri— accedieron a una caja fuerte que abrieron con un taladro. Así se apoderaron de 40 millones de pesos, 30 mil dólares, 10 mil reales y dos mil euros que colocaron en tres bolsas”.
Con el botín en su poder, pasadas las 6.30, Borghi y Paiva se comunicaron con los que habían quedado en el Toyota en Urquiza y Mendoza. Mientras Mora fue hasta la puerta del local para “hacer de campana”, los boqueteros salieron por donde habían entrado, volvieron a caminar por los techos y bajaron por la cochera aledaña. Desde allí arrojaron las tres bolsas con dinero a la vereda.
Fue cuando entró en acción Pérez, quien llegó a la escena en un Suzuki Fun. El policía cargó en el auto las tres bolsas con el botín y huyó junto con Borghi y Paiva. Por su parte Mora volvió al Toyota Corolla donde lo esperaba Gorosito para huir.
Los cuatro ladrones y el policía fueron condenados como coautores de robo doblemente calificado. Los cinco reconocieron su responsabilidad penal y los acuerdos fueron aceptados por la víctima.
Por el hallazgo de armas en los allanamientos en los que fueron detenidos las condenas de Mora y Gorosito incluyen la tenencia ilegal de armas de fuego. Borghi también incluyó en su acuerdo otros dos hechos de delitos contra la propiedad cometidos unos días antes del robo.