A los 8 años, Leonardo Ferragut (de 51) fue mascota del equipo campeón de Newell's Old Boys de 1974. Salía a la antigua cancha de la mano de José Berta, Mario Zanabria, Santiago Santamaría y del "Mono" Oberti. Después empezó a jugar profesionalmente en el club rojinegro y llegó hasta la reserva, pero las cosas no anduvieron bien, el implacable tiempo pasó y debió dejar el fútbol por cuestiones de salud.
Siguió siendo hincha y el 5 de noviembre pasado fue al Coloso Marcelo Bielsa para ver el partido entre Newell's y Huracán. Por alguna razón que pocos saben, tuvo un encontronazo con el dueño o encargado de uno de los carritos, en Pellegrini y Pueyrredón. Aparentemente por un chiste que no se entendió o tal vez una bronca antigua, este hombre lo empujó y varias personas se abalanzaron sobre Leo. Así, después de una paliza feroz, terminó internado en el Heca en gravísimo estado, con respirador y una cuadriplejia irreversible. Su familia ahora pide que aparezcan los agresores y que desde el Heca expliquen por qué lo trataron, a su entender, muy mal. Quieren justicia.
Cuando Leo cayó al piso luego del empujón, unas diez personas se acercaron a él y le dieron golpes tan fuertes y tan imprecisos entre una tormenta de patadas y trompadas que no los soportó. Como antecedente, había sido operado de la columna hace unos años y esa vieja herida lo sentenció y "se le cercenó la médula", explicó su familia. Denunciaron el hecho en Fiscalía y el fiscal Patricio Saldutti ya trabaja para aclarar la situación que condenó a Leo a una cama y un respirador de por vida.
Sin problemas
Familiares de Ferragut expresaron: “Él no tenía problemas con nadie. Ese día fue a la cancha como siempre. Trabajaba haciendo changas y además estaba en la cancha como vendedor ambulante. Lo habían operado de la columna hace un tiempo y como segundo trabajo tenía un contrato eventual con un ente público, donde también hacía changas. El día que le pegaron casi hasta matarlo comenzó una pesadilla”.
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Leonardo Ferragut, que formó parte de las divisiones juveniles de Newell's, fue víctima de una golpiza salvaje.
Cuando Leo tuvo el incidente, un amigo que estaba con él esa tarde llamó a la policía y los efectivos se comunicaron con el Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (Sies). Un móvil lo trasladó al Heca y allí lo recibió el médico de guardia.
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"Lo que nos dijo el abogado que tenemos es que ni los policías que estaban en la cancha ni los que lo recibieron en el Heca hicieron actas de procedimiento. Nosotros nos enteramos que estaba internado de casualidad. Él ingresó al Heca tipo 21 y a las 23 le quisieron dar el alta. La enfermera nos dijo que le iba a doler la cabeza durante seis meses por el traumatismo de cráneo y nos dio Ibupirac o algo así”, aseguró una familiar.
Denuncia
En tanto, agregó que "un par de días después le dieron el alta. Casi no se podía mover, se la dieron igual y fue a reponerse a la casa de un amigo. Ahí estuvo dos días y ese amigo nos llamó para decirnos que Leo estaba muy mal".
"Llegué y lo encontré orinado e inmóvil. Lo llevamos al Heca de nuevo y la médica que nos atendió dijo que él olía a alcohol. Una locura”, dijo otra familiar. Dejaron al paciente en el hospital y les dijeron que iban a llamarlos si había cambios en su estado de salud. No llamaron desde el Heca a la familia hasta dos días después, cuando les dijeron que Ferragut había sido trasladado a terapia intensiva, donde aún permanece luego de un mes.
Cinco días después del brutal ataque, otro familiar denunció el hecho en Fiscalía: “Ahí me dijeron que la denuncia que se había hecho antes en el Centro Territorial de Denuncias de zona sur nunca había llegado al Centro de Justicia Penal. El fiscal Saldutti nos atendió muy bien y se puso a investigar".
El fiscal pidió registros de las cámaras de vigilancia y testigos que hayan estado cerca de donde le pegaron a Leo. Los familiares están desesperados: "No podemos tenerlo en casa y nos lo quieren dar, es como que se lo quieren sacar de encima. Confiamos en la Fiscalía y queremos saber quién le pegó y por qué. Dejaron a una familia huérfana y a su hijo de 17 años prácticamente sin padre". Piden justicia y la colaboración de testigos para encontrar a los responsables.