La denuncia de un intento de robo en el centro de Rosario derivó este lunes en la muerte de un hombre que se cayó desde un edificio. La víctima falleció durante el operativo de la policía para tratar de atraparla en Oroño al 1300.
Una vecina llamó al 911 desde su departamento denunciando agresiones físicas por parte de un sujeto que había llegado a su departamento para venderle dólares. Se cayó desde un séptimo piso.
La denuncia de un intento de robo en el centro de Rosario derivó este lunes en la muerte de un hombre que se cayó desde un edificio. La víctima falleció durante el operativo de la policía para tratar de atraparla en Oroño al 1300.
Las fuerzas provinciales de seguridad comenzaron a investigar el caso a raíz de un llamado al 911 desde un departamento ubicado a metros del cruce con la calle 9 de Julio. El reporte preliminar indica que el sujeto intentó saltar hacia otra torre desde un balcón del séptimo piso y sufrió lesiones gravísimas.
En primera instancia, el Ministerio Público de la Acusación (MPA) no descartó la hipótesis del homicidio. El organismo envió al gabinete criminalístico para realizar peritajes dentro del edificio y solicitó la autopsia del cuerpo en el Instituto Médico Legal (IML).
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Si bien el episodio ocurrió lejos de la vía pública, el caso trascendió alrededor de las 14 por la gran cantidad de policías apostados frente al inmueble. Fuentes del Ministerio de Justicia y Seguridad de Santa Fe detallaron que la central 911 había recibido varias llamadas antes del ingreso de la Brigada Motorizada en busca del sospechoso.
Un par de horas más tarde, los primeros testimonios y la evidencia reunida bastaron para que la Fiscalía Regional de Rosario descartara la teoría de un crimen o una agresión policial. A partir de allí, la investigación quedó en manos de la unidad de Homicidios Culposos.
El procedimiento comenzó cuando una mujer que vive en el edificio del bulevar Oroño les pidió ayuda a las fuerzas de seguridad. De acuerdo a su relato, el hombre fallecido la visitó a primera hora para venderle dólares en el noveno piso.
"Cuando se encontraron, se produjo una discusión", precisó Héctor Saucedo, jefe de la Brigada Motorizada, en diálogo con Radio 2. A raíz de la denuncia telefónica y la primera declaración de la víctima, los uniformados fueron a revisar su hogar, pero el sospechoso ya no estaba allí.
Los agentes siguieron la pista del presunto vendedor hasta otro departamento ubicado dos plantas más abajo. Los efectivos afirman que el agresor saltó y cayó en el balcón interno del primer piso de un edificio lindero. El deceso se confirmó del lado opuesto a la vía pública, sobre el sector que mira hacia el centro de la manzana de 3 de Febrero y Balcarce.
La vecina involucrada en el caso había pactado el encuentro para comprar dólares. De acuerdo a su declaración, la operación se frustró porque el visitante intentó estafarla y agredirla. Entonces, la dueña del departamento escapó hacia la planta baja y llamó a la policía.
Además de la muerte, el supuesto accidente en bulevar Oroño ganó repercusión por antecedentes recientes de causas penales con policías detenidos. Uno de los más llamativos es el de cuatro agentes bajo prisión preventiva desde el último jueves por un allanamiento ilegal. Todos pasaron a disponibilidad en la Brigada Motorizada, la misma que atendió la denuncia de este lunes.
La semana anterior, el fiscal Pablo Socca imputó a un grupo de uniformados por haber demorado en forma abusiva a un motociclista en un control de rutina sobre Esmeralda e Ituzaingó. El funcionario afirma que entraron a la casa sin permiso, le robaron $70.000 y el teléfono de un familiar. Cuando la víctima escapó, plantaron un revólver calibre 38 para justificar la persecución en un procedimiento ilícito.
Tres días después de la audiencia de este caso, diez policías más fueron detenidos por delitos cometidos en otros operativos. En esa lista aparecen cuatro hombres y seis mujeres del Comando Radioeléctrico. La Agencia de Criminalidad Organizada y la Oficina de Violencia Institucional del MPA pidió su captura por lesiones, robo, privación ilegítima de la libertad y falsificación ideológica de instrumentos públicos.
"Cada uno de estos hechos es un golpe muy duro para nosotros", admitió este lunes el secretario de Análisis y Gestión de la Información, Esteban Santantino. A continuación se comprometió a poner "la cara y el cuerpo" y consideró que es necesario perseguir este tipo de delitos con mucha más fuerza que otros episodios.
El funcionario del Ministerio de Justicia y Seguridad provincial reconoció que sería "muy ingenuo" pensar en los últimos arrestos de policías como casos aislados. A su vez, aclaró: "No tenemos una hipótesis sobre corrupción estructural que tenga, por ejemplo, un esquema de recaudación que suba hacia un vértice. Todo lo contrario, vemos grupos fragmentados".