Imputan a cuatro presos de extorsiones telefónicas desde el penal de Pérez. Invocaban ser el padre de la chica y exigían plata para no divulgar fotos o charlas
Las extorsiones con los perfiles falsos se realizaron desde la cárcel de Pérez, donde los cuatro imputados compartían pabellón hasta octubre de 2023.
El truco era crear perfiles falsos de Facebook y hacerse pasar por mujeres para contactar a hombres en busca de compañía. Una vez entabladas las conversaciones y el envío de fotos íntimas, la víctima recibía el llamado del padre de esa joven que le exigía dinero bajo la amenaza de exponer las charlas o denunciar penalmente relaciones con menores.
A partir de ese ardid fueron imputados de extorsiones cuatro hombres que al menos hasta octubre de 2023 compartieron pabellón en la cárcel de Pérez. El fiscal Ramiro González Raggio acusó el martes a Juan S., David Nicolás O., Javier Abel G. y Juan Carlos DF como coautores de tres hechos consumados y otros tres que quedaron en el intento porque las víctimas no accedieron a pagarles y realizaron las denuncias. Los cuatro también fueron imputados como coautores del delito de asociación ilícita.
En ese marco el juez Gonzalo Fernández Bussy dictó para todos los imputados la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley de hasta dos años pero además ordenó una serie de medidas penitenciarias que los imputados deberán respetar al menos por los próximos meses.
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Entre esas reglas se encuentra la suspensión temporal del régimen de visitas que no tengan carácter familiar y puedan tener vinculación con los hechos que les imputaron. En ese sentido también ordenó la suspensión provisional de las medidas privativas de la libertad dentro de las causas en las que estén cumpliendo pena. Finalmente, los imputados tampoco tendrán permitido comunciarse o contactarse entre ellos, en el caso de que estén alojados en la misma unidad penitenciaria.
La investigación del fiscal González Raggio situó el 24 de marzo de 2022 como la fecha en la que, con seguridad, el grupo de presos comenzó a operar bajo la modalidad que denominó “extorsiones telefónicas”. Según explicó el funcionario del MPA tal maniobra consistía en contactar a las víctimas mediante distintos perfiles falsos de Facebook correspondientes a presuntas mujeres que les enviaban fotos privadas o entablaban conversaciones.
Una vez establecida esa relación los presos contactaban por teléfono a esa persona y la convencían de estar hablando con el padre de esa mujer con quien se había contactado en Facebook. Entonces comenzaba una serie de intimidaciones y advertencias, alegando que las mujeres eran menores de edad y eso podría derivar en una denuncia penal. O los amenazaban con difundir las conversaciones.
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Los diálogos desembocaban en la exigencia de dinero para evitar denuncias o escraches. En algunas ocasiones se detectaron a las parejas de algunos de los imputados prestando colaboración con ellos. Por ejemplo la pareja de David O. facilitaba la cuenta bancaria para la recepción del dinero y también llegó a participar de un hecho efectuando llamadas a las personas que su pareja le indicaba. También se le endilgó haber realizados retiros de dinero y transferencias para el reparto del botín, al igual que a la pareja de Javier G.
Al describir la asociación ilícita cuya integración les atribuyó a los imputados, el fiscal sostuvo que el funcionamiento del grupo implicó “la asunción de roles intercambiables entre sus miembros, que van desde la planificación, la ejecución, el suministro de logística a través de la provisión de dispositivos de comunicación, y la extracción del botín”.
También especificó que las maniobras delictivas se llevaron adelante mientras los imputados se encontraban presos en el pabellón 2 de la cárcel Nº 16 de Pérez, en donde compartían los celulares y abonos telefónicos con los que consumaban las extorsiones, cuyas ganancias también repartían.
Durante la audiencia se detallaron algunos de los hechos que se le atribuye al grupo. Por ejemplo el 24 de marzo de 2022, pasadas las 18, se comunicaron con una persona a través de dos líneas de teléfono haciéndole creer que estaban hablando de parte del líder de una organización criminal. A partir de esa llamada comenzaron a enviarle mensajes extorsivos exigiendo el pago de un dinero que el damnificado terminó transfiriendo a una cuenta que sería de la pareja de David O.
La tarde del 16 de mayo de 2022 engañaron a una persona a la que convencieron de estar hablando con el padre de una adolescente menor de edad con la cual la víctima se había relacionado. En ese marco amenazó a esa persona con exponer conversaciones privadas y la instó a pagarle 450 mil pesos para que no realizara una denuncia. La víctima cortó la comunicación pero los extorsionadores siguieron llamándolo hasta pasadas las 21.30, con amenazas vía Whatsapp. Sin embargo las maniobras no prosperaron y la víctima fue a denunciar el hecho.
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El mismo ardid emplearon el 17 de diciembre de 2022 cuando comenzaron a intimidar a una persona desde el mediodía haciéndole creer que estaba hablando con el padre de una chica menor de dad con la que había mantenido una conversación. También la maniobra implicaba exigir dinero para evitar denuncias, pero la víctima resistió el apriete y denunció la situación.
El 7 de noviembre de 2022 comenzaron a enviar mensajes de Whatsapp a un hombre al que hicieron creer que se estaba comunicando el padre de una chica con la que había mantenido una conversación vía Facebook y se habían intercambiado fotos íntimas. Los timadores apretaron a la víctima y le pidieron que al menos les pagara el teléfono que le había roto su hija cuando él había descubierto las conversaciones. Caso contrario, difundirían esas conversaciones. En este caso la víctima transfirió 10 mil pesos a los extorsionadores.
Los mismos trucos fueron detectados en marzo y mayo de 2023 cuando los extorsionadores contactaron a otros dos hombres a quienes les hicieron creer que estaba hablando con el padre de una chica con la que había conversado vía Facebook y les exigieron que les pagara los arreglos o las cuotas del teléfono celular.
Si bien estaba todo dado para que el refugio continúe en Uriburu al 3800, apareció una oportunidad por 10 años imposible de rechazar en el barrio República de la Sexta.
Por Gonzalo Santamaría
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