Entre las 22 personas identificadas como parte de la asociación ilícita liderada por Alan Funes desde la cárcel de Ezeiza, al menos 12 jóvenes están señalados como sicarios del grupo. Uno de ellos fue detenido la semana pasada en su departamento del centro de la ciudad, que según fuentes de la investigación estaba adaptado como un búnker de drogas. En la investigación consta que este joven de 20 años participó de algunas balaceras y por una cobró 4 mil pesos. La fiscal Valeria Haurigot lo imputó como miembro de la banda por lo cual quedó detenido con prisión preventiva por el plazo de ley. Su caso, al provenir de una familia de profesionales, expone una variante en las características habituales de los jóvenes que son mano de obra armada de las bandas delictivas.
El 23 de marzo la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y la Policía Federal realizaron una serie de allanamientos a viviendas relacionadas a la investigación contra la banda liderada por Alan Funes. En ese marco dos de esos operativos se realizaron en domicilios céntricos para dar con Valentino B., un joven que en las conversaciones entre el líder del grupo y su banda aparecía mencionado como un tiratiros activo.
A “Valen” lo nombraban frecuentemente en las conversaciones que S., la hermana menor de edad de Alan Funes, mantenía por WhatsApp con el jefe del grupo y otras personas de confianza. El pibe era una opción habitual para ir a tirar tiros a distintos domicilios. Tras individualizarlo, los investigadores supieron que se trataba de un joven que tenía dos domicilios en el centro de la ciudad, uno en Mitre al 1500 y otro en un departamento del piso 10 de un edificio de Dorrego 1122.
Un búnker en el centro
El allanamiento al departamento de calle Dorrego se realizó a la 1 del 23 de marzo pasado. En ese momento los policías se encontraron con un joven en el hall del edificio, al cual -por las imágenes que tenían de referencia- identificaron como a Valentino B. Al requisarlo solo le encontraron su celular, una billetera con mil pesos y un juego de llaves con un chip de ingreso con el cual abrieron las puertas del ascensor y de acceso a las escaleras.
Al llegar al piso 10 los agentes advirtieron que otro pibe estaba saliendo del departamento de B., que llevaba una mochila infantil y al ver a los policías comenzó a bajar las escaleras a las corridas. El muchacho, identificado como Lucas Manuel S., fue aprehendido en el piso 3. En la mochila, según el informe policial, llevaba cinco bolsas con cocaína, cuatro bolsas con marihuana, dos balanzas de precisión, un celular y 31.400 pesos. “Ese material es mío”, dijo el joven, que quedó a disposición de la Justicia. En tanto, dentro del departamento había cinco personas más, entre ellas un bebé de dos años. En una mesa había una balanza de precisión, mientras que en distintos espacios de la vivienda hallaron una suma aproximada a 300 mil pesos y 400 dólares.
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“Es un edificio de unos cuantos años pero el departamento de él es exactamente igual a un búnker”, describió a La Capital una persona que participó del operativo. En ese sentido detalló que en distintos espacios del departamento había restos de cocaína, los colchones estaban tirados en el piso y en los espacios había muy mala higiene. También advirtieron que una habitación estaba prácticamente destinada a un cultivo in-door de marihuana. En tanto les llamó la atención que uno de los celulares no paraba de sonar con mensajes de clientes que “pedían que bajen merca”.
Cómo lo identificaron
A fines de enero pasado Jorgelina “Chipi” Selerpe, pareja de Alan Funes y ahora también imputada como miembro de la banda, estaba detenida en la Oficina de Recepción de Detenidos de Rosario (Order). Desde ese lugar dialogaba mediante WhatsApp con su novio, a su vez detenido en la cárcel federal de Ezeiza. A partir de esas conversaciones los investigadores lograron identificar a otro de los miembros que hasta entonces solo conocían como “Valen”.
En esas charlas Chipi le contaba que con ella había estado detenido Facu, un pibe que en otros tiempos había estado alojado con Alan en el Centro Especializado de Responsabilidad Penal Juvenil (el ex Irar). Y que ese muchacho conocía a Valen, con quien había sido detenido por portación ilegítima de arma de fuego. Solo bastó un cruce de datos para dar con la identidad de Valentino B.
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Efectivamente el 17 de enero pasado Valentino y su compañero Facundo fueron detenidos en calle Los Gallegos al 1300 con una pistola Browning calibre 756. Facundo tenía antecedentes, por lo cual quedó detenido. Pero Valentino, que no tenía anotaciones judiciales, pudo pagar una fianza de 50 mil pesos y quedó en libertad. Para entonces ya había participado de las balaceras por las que fue imputado este martes.
Balaceras
A Valentino B. la fiscal Valeria Haurigot lo acusó de haber participado de una balacera ocurrida el 6 de octubre de 2021 a la noche contra una vivienda de Oroño al 4300. Allí vive un hombre de la comunidad gitana que luego del ataque tuvo un cruce por WhatsApp con la hermana de Alan Funes. En esas conversaciones la víctima admite pertenecer a “la mafia” y estar ligado a Máximo Ariel “Guille” Cantero.
El ataque quedó registrado en un video filmado por S., la hermana menor de edad de Alan Funes, que fue quien acompañó a Valentino B. conduciendo la moto. En las imágenes se ve al joven bajar del rodado, dejar un cartel amenazante por debajo de la puerta de la cochera para luego disparar 13 balazos contra la fachada de la vivienda.
Horas más tarde, en los primeros minutos del 8 de octubre, Valentino fue con “Lolo”, otro de los tiratiros del grupo, a balear otra vivienda de Oroño al 4300. En esa ocasión fue el otro chico el que descargó doce balazos de 9 milímetros contra la casa. En ese hecho, advirtieron los investigadores, los agresores llegaron en moto y habían sido acompañados desde atrás por “Chipi” Selerpe y la hermana de Alan Funes, que iban en un auto.
De la investigación a esta banda trasciende que Alan Funes llevaba, desde su lugar de detención en la cárcel de Ezeiza, el control absoluto de todo lo que pasaba alrededor del búnker de Chacabuco al 4100. En ese marco además decidía qué armas se utilizaban en los ataques, cuántas balas llevaba cada una, cuántas municiones compraban y a cuánto dinero. Así como también disponía el dinero que cobraban los tiratiros por cada hecho.
“Dale un par de pesos al pibe”, le escribió Alan Funes a su hermana después de uno de los ataques a la casa de Oroño al 4300, en referencia a Valentino. La chica le pregunta cuánto y Alan le dice que le preguntara a Valentino cuánto necesitaba. “El pibe dice 4000, 4500”, le responde ella, a lo que Alan decide: “4000 dale”.
Valentino B. fue imputado por ser miembro de la asociación ilícita liderada por Alan Funes y por amenazas calificadas por el propósito de que las víctimas abandonen su lugar de residencia habitual, por ser anónimas, por ser cometidas con armas de fuego y por la participación de una menor de edad. El juez Nicolás Foppiani dispuso la prisión preventiva de B. por el plazo de ley.