Al hombre lo definían como “un cuentapropista” que mandaba a matar para el mejor postor. Había sido condenado por el crimen de un ladero del narco Esteban Alvarado
El juicio abreviado contra Fabio Giménez, ya condenado a perpetua, se firmó en el Centro de Justicia Penal.
Fabio Alejandro Giménez, condenado a prisión perpetua por homicidio, aceptó este martes otra pena por extorsiones organizadas desde su lugar de detención. Con el acuerdo de la Fiscalía y de su defensa, el hombre de 34 años firmó la sentencia de 15 años de prisión.
Fabio Giménez, conocido en el mundo del hampa como "Tartita" o "Lalo", tiene una condena a perpetua que espera por quedar firme. En marzo de 2024 lo consideraron como partícipe de la planificación del asesinato de Nicolás "Fino" Ocampo, hombre de confianza del narco Esteban Alvarado, por lo cual recibió la pena máxima tras un juicio oral.
La participación en ese crimen, y también en el intento de asesinato de un empresario de suplementos deportivos, la llevó a cabo desde su lugar de detención en la Unidad 3 de Zeballos y Richieri. En ese entonces cumplía dos condenas acumuladas en 13 años y 8 meses. Luego fue trasladado a Coronda y más tarde a la cárcel de Piñero, donde continuó acumulando acusaciones.
Este martes, en el marco de un procedimiento abreviado, Fabio Giménez fue condenado por delitos investigados en distintas causas. En una de ellas fue considerado jefe de una asociación ilícita dedicada a extorsionar, organizar y cometer balaceras por encargo además de venta de drogas al menudeo.
El fiscal Pablo Socca lo acusó de haber extorsionado en 2022 a una empresa de mudanzas a cambio de no atentar contra sus propiedades. Con la misma modalidad hostigó a comerciantes de Villa Gobernador Gálvez y Rosario a los que les exigía dinero a cambio de protección.
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Las intimidaciones fueron seguidas de balaceras. Como ocurrió en enero de 2022 contra un local de repuestos de vehículos, y días más tarde contra la vivienda de uno de los dueños del comercio.
En otro hecho extorsionó al propietario de una casa de Villa Gobernador Gálvez en la que había vivido la pareja del condenado. Según la acusación, Giménez le reprochaba al dueño por un allanamiento que había ocurrido en ese inmueble. Tras una primera entrega de 100 mil pesos, en un segundo intento de extorsión la Fiscalía solicitó una entrega controlada en la que hubo varios de tenidos.
Distintas investigaciones ubicaron a Giménez como “un cuentapropista” que mandaba a matar para el mejor postor. En ese marco fue considerado instigador del crimen de Nicolás “Fino” Ocampo, uno de los laderos del narco Esteban Lindor Alvarado, ocurrido el 16 de abril de 2021. Un rubro que lo dejó en medio de distintos frentes conflictivos, pero como él estaba preso lo sufrieron sus familiares.
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En todo su derrotero delictivo Giménez tuvo que atravesar el asesinato de tres familiares. Entre ellos el de su madre, Catalina Aquino, asesinada el 17 de agosto de 2022 en el barrio Santa Lucía.
Todo en un marco de rivalidad con otras organizaciones criminales, entre ellas una ligada a otro recluso, Claudio "Morocho" Mansilla, Giménez perdió a otros dos familiares. Uno de sus hermanos, Sergio Rubén Giménez, fue asesinado en noviembre de 2019, días después de que también mataran a su cuñado Sergio Birri.
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