Tres días atrás, Argentina votó en contra de una resolución de las Naciones Unidas (ONU) por los derechos de los pueblos originarios, y hoy vuelve a ser protagonista al tomar la misma decisión con respecto a la eliminación y prevención de la violencia contra las mujeres. De este modo, quedó aislado y a contra mano del resto del mundo.
Del total de la lista y con relación a la resolución para "intensificar los esfuerzos para prevenir y eliminar todas las formas de violencia contra mujeres y niñas", 170 países votaron a favor, 13 se abstuvieron, y Argentina emitió el único voto en contra. Entre las abstenciones figuraron Corea del Norte, Irán, Rusia, Nicaragua, Burundi y Malí. La Argentina de Milei se ubicó a la derecha de esos países.
La resolución destaca la gravedad de la violencia en línea, en la web, y su impacto “desproporcionado” en mujeres y niñas, instando a los Estados a fortalecer sus leyes y políticas para combatirlo. Por otro lado, también reconoce el papel de la educación y la participación de la sociedad civil para enfrentar el problema.
20241114-votacion-de-argentina-en-la-onu-1911933.jpg
La propuesta fue impulsada por países como Albania, Alemania, Argentina, Andorra, Bolivia, Colombia, España y México. Esta es la segunda votación en ese organismo desde que inició la gestión de Gerardo Werthein como ministro de Relaciones Exteriores. Con esta decisión, Argentina ratifica la posición que Javier Milei le imprime a su política exterior, que se diferencia de la Agenda 2030, el Pacto del Futuro y es renuente a algunos derechos de tercera generación y de incidencia colectiva.
Quien está en este momento a cargo de la representación argentina en ONU es Fabian Oddone, diplomático de carrera, que se desempeña como encargado de negocios de la Embajada de Argentina en Nueva York.
Sobre la resolución
La propuesta aprobada por la ONU “condena enérgicamente todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas, que a menudo se producen de manera continuada y durante toda la vida, y su persistencia y su carácter generalizado".
En respuesta a la creciente problemática de violencia amplificada por el uso de la tecnología y en línea, la iniciativa representa un “avance en la lucha por la igualdad y la protección de los derechos de las mujeres".
La normativa señala “profunda” preocupación por la “persistente prevalencia de la violencia perpetrada contra las mujeres y las niñas en todas sus distintas formas y manifestaciones en todo el mundo, tanto en línea como en otros entornos, que no se reconoce ni denuncia tanto como se debiera”.
Por otro lado, la resolución exhorta a que los Estados deben establecer normativas para prevenir y eliminar todas las formas de violencia contra mujeres y niñas, particularmente en el entorno digital.
Además, insta a que se promueva el acceso a recursos y servicios de apoyo para víctimas de violencia, garantizando su acceso a justicia y a la rehabilitación.