En la previa al paro nacional, gremios nucleados en la CGT y las dos CTA se movilizaron esta tarde junto a los jubilados que reclaman todos los miércoles frente al Congreso en reclamo de una mejora de sus haberes. La movilización en Capital Federal fue numerosa y pese al operativo desplegado por las fuerzas de seguridad que comanda Patricia Bullrich, no se registraron incidentes.
Lo mismo sucedió en Rosario, con una movilización que arrancó en la Bolsa de Comercio y terminó en la plaza San Martín, frente a la sede local de la Gobernación. Allí, en las escalinatas, se montó un escenario con la presencia de los referentes del Frente de Jubilados en Lucha (Frejel), acompañados por organizaciones sociales y los gremios nucleados en la Intersindical Rosario.
“Reclamamos paritarias libres, homologación de todos los convenios colectivos de trabajo, aumento de emergencia para todas las jubilaciones y pensiones, actualización del bono y poner fin a la represión salvaje de la protesta social”, manifestó en un comunicado la CGT al confirmar su adhesión a la marcha.
Otra de las consignas de la marcha pedía la “restitución del 100% de descuento en medicamentos del Pami”.
La CGT y las razones del paro
El secretario general de la CGT, Héctor Daer, se presentó en la marcha de los jubilados hacia la Plaza del Congreso y aseguró que la protesta “es la forma de que se exprese el pueblo trabajador”. Y reclamó: “No se pueden tener precios libres y salarios a la baja. Esto no tiene lógica. Es lo que tiene que comprender el ministro de Economía”.
Además, insistió en que la manifestación y el paro tienen el objetivo de llamar la atención del gobierno porque “no hay ninguna comunicación”, y remarcó: “Esperamos que el gobierno reflexione”.
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Con respecto al operativo de seguridad, se desató una polémica a partir de la decisión del juez Roberto Gallardo, que le prohibió a las fuerzas federales su intervención dando lugar a un recurso de amparo presentado por la CGT, la UTEP y el gremio de judiciales UEJN. A raíz de esta determinación, el Ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Patricia Bullrich, denunció al magistrado ante el Consejo de la Magistratura de la Ciudad por considerar que se vulneró la división de poderes.
En ese contexto, fue la Policía de la Ciudad la que se encargó de la seguridad en las calles, mientras que las fuerzas federales se ocupó del operativo en el Congreso con un despliegue alrededor del vallado del Parlamento.
Por prevención fueron retirados 160 contenedores de residuos de los alrededores de la zona en la que se desarrollaba la movilización. En la movilización del 12 de marzo, que contó con la participación de hinchas de distintos equipos de fútbol, las fuerzas de seguridad llevaron a cabo una intensa represión y hubo un saldo de destrozos, heridos y detenidos.
La movilización de este miércoles fue la previa al tercer paro general contra el gobierno de Javier Milei decretado por la CGT. La medida de fuerza comenzará desde la hora 0 del jueves y durará 24 horas, pero no contará con la adhesión del estratégico gremio de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que ratificó que los colectivos circularán con normalidad durante el paro en todo el país.
“Dentro de la ley todo, fuera de la ley nada”, fue la frase que utilizó Mario Calegari, vocero de la UTA, para explicar por qué no se sumarán a la medida de fuerza que impulsa la CGT, dado que rige para ese sindicato una conciliación obligatoria en medio de las negociaciones con las patronales del transporte.
El gobierno relativizó el paro
En la antesala del tercer paro general contra las políticas de Milei, en el gobierno califican de “política” la protesta y la atribuyen al inicio de la campaña electoral, básicamente la que se da en el distrito porteño.
“Es el paro de los amigos de (Leandro) Santoro”, sintetizó una importante fuente con acceso al despacho presidencial ante la agencia Noticias Argentinas en un intento de vincular a la central obrera con el candidato a legislador porteño de la lista Es Ahora Buenos Aires.
Más temprano, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, sostuvo que el temario de la protesta es “un poco difuso”, y no mostró preocupación por su alcance. “Después la sociedad juzgará si los dirigentes sindicales tienen representatividad o no. El tema de los contratos laborales sí le preocupa a la dirigencia gremial y tendremos que conversar con ellos”, afirmó Francos.