Hace muchos años que no se veía a la iglesia evangélica movilizada en la calle. La renovación generacional de quienes conducen las diferentes congregaciones rosarinas llevó a que haya unidad entre las diferentes iglesias, algo que quizás antes no era tal. Hoy se destacan en la conducción los pastores Walter Ghione, Oscar Sensini, Ale Gómez y José Luis Urso, titular del Consejo de Pastores de Rosario.
En estos nuevos tiempos también se destaca el vínculo estrecho con algunos dirigentes políticos, por ejemplo, el gobernador Maximiliano Pullaro y también el intendente Pablo Javkin.
El lunes estuvieron presentes y arriba del escenario, acompañados de la vicegobernadora Gisela Scaglia; el senador provincial Ciro Seisas, y los ministros de Seguridad y de Educación de Santa Fe, Pablo Cococcioni y José Goity, respectivamente.
Evangélicos y los barrios
En los discursos hay agradecimiento por el trabajo territorial que hicieron en los barrios para reducir la violencia. En los últimos 15 años, la pauperización y la violencia en los barrios, en gran parte producto del narcotráfico y su disputa territorial, fueron tierra fértil para que el evangelismo pueda ofrecer la palabra de Cristo como salida.
“Hay que hacer un trabajo profundo en el ser de las personas, en temas como las cárceles y la violencia”, explica el pastor y diputado provincial Ghione a La Capital. Existen muchas historias de familias que están siendo contenidas en las iglesias porque tienen familiares que están presos o muertos por situaciones delictivas.
Esos testimonios lo impactaron fuerte a Pullaro, sobre todo en campaña -según cuenta Ghione-, y lo llevaron a tener ese compromiso tan fuerte con el movimiento.
“Hay un compromiso que, en otros momentos y gobiernos, nunca se pudo lograr. Maxi (Pullaro), sobre todo, y también Pablo (Javkin) saltaron todo prejuicio contra el movimiento que los ha apoyado en los momentos más difíciles y vieron el trabajo en los barrios”, explicó Ghione.
Maximiliano Pullaro y la fe
Pullaro tiene una convicción muy fuerte del factor de la fe en la lucha contra la violencia y en las políticas de seguridad. De hecho, cuando enumera los factores que llevaron a reducir los homicidios y el uso de armas de fuego, siempre destaca el trabajo del evangelismo. Habla de “batalla espiritual” ganada en los barrios.
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“Cuando asumí, le pedí a Dios que la ciudad pudiese cambiar y, desde ese día, tuvimos el respaldo de los cristianos en cada barrio, en cada punto de Rosario, en cada sitio de la provincia, llevando la palabra de Dios. Siempre en cada reunión que tenemos les pido a los pastores que puedan salir a evangelizar a cada barrio a llevar la palabra de Dios”, comenzó su discurso el gobernador.
“Gracias a las políticas públicas, pero fundamentalmente al respaldo del pueblo cristiano, la ciudad se va transformando. Un año después desde que estamos al frente trabajando, tenemos unos índices de violencia y narcotráfico descendiendo. Y eso es realmente por la gracia de Dios”, finalizó al borde de la emoción.
Javkin contó en su discurso que fueron los pastores los que marcaron la consigna de Rosario, ciudad de paz. “Los buenos les ganaron a los malos, esto es también porque el amor se impone a lo malo. Esta ciudad es de gente buena a la que nadie más va a llevar a un camino de maldad”, dijo.
Al final del acto, el pastor Sensini invitó al gobernador a realizar una oración y éste expresó: “Le pido a Dios que la provincia invencible de Santa Fe pueda salir adelante (...) Le pido a Dios que nos pueda guiar, que nos pueda permitir a tomar las decisiones correctas, pero siempre por sobre nosotros, el gobierno de Dios”.