La pícara frase del papa Francisco al recibir a Victoria Villarruel

La vicepresidenta finalizó su gira europea siendo recibida por Francisco, en una reunión fraternal que duró más de lo habitual. El vínculo con Javier Milei

09:14 hs - Lunes 14 de Octubre de 2024

La vicepresidenta Victoria Villarruel fue recibida por el papa Francisco en la Santa Sede. El encuentro duró casi una hora, mucho más de lo que suele suceder con dos interlocutores que hablan el mismo idioma. Una reunión de clima muy cordial donde se habló de los problemas del país y dejó tela política para cortar.

Al ser católica conservadora, Villarruel destacó la reunión y el clima cordial. Según indicaron desde la comitiva de a vice, se dialogó sobre la actualidad del país y el Papa se mostró interesado en los temas que presentó la integrante del Ejecutivo.

Luego, Francisco invitó a Villarruel “no aflojar y no perder el sentido común”. La vicepresidenta, rápidamente, agradeció el encuentro, tomó la sugerencia y cerró: “Rezo por usted, pero usted rece por mí”.

La frase del Papa Francisco

Un video publicado por la cuenta oficial de X de Villarruel puede verse cómo fue el recibimiento fraternal y con tintes de humor entre el Papa y la vicepresidenta. A la formal pregunta de “¿cómo estás?”, el pontífice respondió con gracia: “Todavía vivo”. Pero el cruce no quedó ahí y retrucó con picardía y a sabiendas que lo filmaban: “¿Y usted sobrevive?”.

La pregunta tiene suspicacias al leer el vínculo tirante entre la vicepresidenta y el presidente Javier Milei. De hecho, Villarruel armó una gira vicepresidencial por Europa sin consultar a Milei, algo que no cayó nada bien.

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El encuentro se dio en la Biblioteca del Palacio Apostólico. Villarruel integra de negro, como suele suceder por protocolo para mantener respeto ante el blanco impoluto de Francisco, visitó además una mantilla de su abuela, tal como detalló en la red social.

Villarruel no llegó con las manos vacías al encuentro con Francisco ya que le entregó una estatua de un caballo con su potrillo y un dulce español, adquirido en su viaje previo por Madrid. Como respuesta, el Sumo Pontífice entregó un Rosario bendecido y otros presentes.