Cansado de la interna a cielo abierto en el radicalismo, Mario Barletta se fue de la bancada radical en la Cámara de Diputados y armó su propio bloque unipersonal. “Es un sinsentido”, dice el exintendente de Santa Fe sobre la división del espacio.
Para el diputado por Santa Fe la división "no tiene nada que ver con lo que pide la gente". El nombre "Unidos", un doble mensaje
Por Mariano D'Arrigo
Cansado de la interna a cielo abierto en el radicalismo, Mario Barletta se fue de la bancada radical en la Cámara de Diputados y armó su propio bloque unipersonal. “Es un sinsentido”, dice el exintendente de Santa Fe sobre la división del espacio.
Es el segundo desprendimiento en el bloque conducido por el cordobés Rodrigo de Loredo, que ahora quedó con 20 integrantes.
La semana pasada pegaron el portazo 12 correligionarios referenciados en Facundo Manes y el senador nacional Martín Lousteau, presidente del comité nacional de la UCR. El presidente del bloque Democracia para siempre es Pablo Juliano, referenciado en el neurocientífico.
“No tiene nada que ver con lo que pide la gente y el país necesita”, considera Barletta. El legislador eligió un nombre sugestivo para su bancada: Unidos. Una etiqueta curiosa para un espacio unipersonal, pero que encierra un doble mensaje.
“Es una protesta a los dos espacios, un llamado de atención, pero también un planteo de que miren a Santa Fe”, señala el exrector de la UNL en relación al oficialismo santafesino.
La alianza que gobierna la provincia se empezó a formar tras el triunfo del peronismo en 2019.
A partir de ese momento, las tribus que integraron Juntos por el Cambio y el Frente Progresista empezaron un largo proceso de conversaciones, que sumó luego al PS, el PRO, el javkinismo y otros partidos.
Para Barletta, las diferencias al interior del bloque no ameritaban una ruptura. “Hay algunos que piensan que es mejor estar cerca del gobierno, porque el voto radical se corrió hacia ese lugar. Otros piensan que tenemos que estar más lejos del gobierno. Está bien que existan esas dos posiciones, no tiene sentido dividirnos. No tenemos que estar en la pública exponiendo las diferencias, pero cuando empiezan los agravios, los insultos y la falta de consenso la cosa se pone más difícil. Ya lo tenemos al presidente, que agita varias grietas en la Argentina, para que sigamos agrietando el partido”, sostiene el dirigente radical.
Desde diciembre, la unidad del bloque de la UCR estuvo atada con alambre. Con un espacio tironeado entre quienes vienen de provincias hostiles a Milei —como las dos Buenos Aires— y aquellos originarios de provincias que se pintaron de violeta intenso, como Córdoba y Mendoza.
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El punto de quiebre fueron los vetos de Milei a las leyes de actualización de jubilaciones y de financiamiento universitario. Dos temas caros al ideario radical, pero que encontraron a diputados del partido de Leandro N Alem en veredas opuestas.
El tema es cómo plantarse frente a un Milei que pese a la simpatía de un sector del electorado radical por el libertario se dedica a tirarle piedras a sus estatuas. Ayer le tocó otra vez a Alfonsín. Milei dijo que el expresidente “huyó del poder seis meses antes” y “fue partidario de un golpe de Estado”, en relación a la caída de Fernando de la Rúa.
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Barletta asegura que no pretende sumar nuevos integrantes a su bloque, aunque sí tiene contacto directo con Juliano y de Loredo.
También con la santafesina Melina Giorgi. La diputada más cercana a Maximiliano Pullaro fue orgánica al espacio Evolución —que también integra el gobernador— y se sumó a Democracia para siempre.
Este martes Barletta tuvo un mano a mano con Pullaro. En el encuentro hablaron sobre la situación de las universidades santafesinas —de hecho, impulsan una reunión entre legisladores nacionales por Santa Fe de las distintas fuerzas—, el dragado de la hidrovía, biocombustibles y un balance de los casi once meses de gobierno de Unidos.