En el marco del paro general convocado por la CGT, sindicatos, movimientos sociales, organizaciones políticas y colectivos culturales desbordaron el Monumento Nacional a la Bandera para expresar su rechazo a la ley ómnibus y el DNU desregulador de la economía. “La patria no se vende”, fue el grito que retumbó en el Patio cívico y las calles aledañas.
Desafiando al calor y en una fecha atípica para movilizarse, unas 80 mil personas según los organizadores confluyeron en distintas columnas para participar del acto central de la protesta en Rosario.
Delante de una fila de dirigentes sindicales, Cristian Rodríguez, del sindicato de Municipales, y Sandra Maiorana, de la Asociación de Médicos de la República Argentina (Amra) leyeron un documento titulado “defendamos al pueblo y a la patria”.
En el texto, las organizaciones firmantes consideran la ley Bases y el DNU 70/2023 como una “clara regresión que registra en materia laboral para las y los trabajadores y sus organizaciones, además de trastocar radical y estructuralmente la economía del país, su sistema productivo, su organización social y estatal, la prestación de los servicios públicos, la organizaciones de la sociedad civil, el comercio interno e internacional, las relaciones laborales y las relaciones de consumo”.
Fue la primera respuesta callejera masiva de lo que parece el comienzo de un largo ciclo de movilizaciones contra las medidas de Milei, que apuntan a reorganizar la sociedad argentina en el marco de un ambicioso proyecto pro mercado.
“Este DNU, como el proyecto de ley ómnibus, no tienen por objetivo afrontar la solución coyuntural y transitoria de una situación de emergencia en circunstancias excepcionales, sino directamente establecer un rumbo social y económico para beneficiar a unos pocos y excluir del sistema a gran parte de la sociedad”, continúa el texto, que apunta directamente con el presidente Javier Milei.
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Foto: Virginia Benedetto / La Capital
“Desde la recuperación de la democracia en el país, hace 40 años que no se ha visto una concentración de poder tan grande y agresivo por los que la vida de los argentinos va a quedar a merced de una sola persona, el actual presidente del país”, señalan las organizaciones.
“Admitir que el Poder Ejecutivo tiene facultades equivalentes al Congreso para establecer contenidos normativos a través de un DNU y que para ellos puede recurrir a fundamentos genéricos de la emergencia económica del país, destruye los cimientos democráticos y republicanos instaurados en nuestra Constitución Nacional”, plantean los gremios y movimientos sociales, que llaman a continuar con las protestas. Sigamos con la lucha, en las calles y en los puestos de trabajo sin descanso para defender nuestro país y nuestra patria”, concluye el texto.
Participó de la protesta un amplio abanico de sindicatos, como Luz y Fuerza, Sadop, Prensa, Correo, La Bancaria, Apur, Judiciales, Sanidad, Recolectores, Uocra, Satsaid, UOM, Smata, Utedyc, Amsafe, ATE y la CTA Autónoma, además de partidos de izquierda, centros de estudiantes y grupos con trabajo territorial.
La cantidad de gente en la escalinata del Monumento y las vallas por las reformas impidieron a varios sindicatos ingresar al Patio Cívico y tuvieron que ubicarse sobre Santa Fe y avenida Belgrano.
Por el volumen de la movilización, la diversidad de sectores que participaron de la protesta y la cantidad de personas sueltas que se acercaron espontáneamente pareció más una marcha del 24 de marzo que una medida de fuerza sindical.
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Foto: Virginia Benedetto / La Capital
“Hay un apoyo social importantísimo, las calles están desbordadas. Esto requiere que la clase política tome nota”, dijo a La Capital Martín Lucero, secretario general de Sadop Rosario.
El gremialista de la docencia privada criticó al gobernador Maximiliano Pullaro, quien dijo que el paro “no es atinado”. “Hubiese esperado un tiempo y hubiese intentado establecer canales de diálogo con el Poder Ejecutivo”, señaló el mandatario.
“Si el gobernador Pullaro defiende a la producción de la provincia tendría que estar encabezando la marcha, porque la riqueza de Santa Fe son sus trabajadores y sus trabajadoras”, señaló Lucero.
En tanto, la diputada provincial Lucila De Ponti, advirtió que la situación política puede volverse todavía más turbulenta. “El gobierno tiene mucho por revisar si quiere tener un período más pacífico para llevar adelante su modelo. Si sigue de esta manera este será el escenario que vamos a tener en los próximos años”, evaluó la referente del Movimiento Evita.
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Como una señal de estos tiempos de distancia entre representantes y representados, cada vez que se leía la adhesión de un sindicato el gremio nombrado hacía ruido, pero las de los dirigentes políticos fueron recibidas con frialdad.
Al final del acto, cuando los manifestantes empezaban a desconcentrar, sonó por los altoparlantes la marcha peronista y encendió a parte de quienes se movilizaron para defender regulaciones que Milei concibe como privilegios y busca extirpar de raíz.