“Santa Fe no es un Estado comunista”, dijo Maximiliano Pullaro. Con esta contundente frase, el gobernador dejó en claro su postura sobre la crisis que afecta a Vicentin, la agroexportadora santafesina, que suma conflictos económicos y judiciales.
El gobernador Pullaro remarcó la importancia de respetar los procesos judiciales. Es crítica la situación de la agroexportadora santafesina
Foto: Archivo La Capital
Planta de Vicentin en Ricardone.
“Santa Fe no es un Estado comunista”, dijo Maximiliano Pullaro. Con esta contundente frase, el gobernador dejó en claro su postura sobre la crisis que afecta a Vicentin, la agroexportadora santafesina, que suma conflictos económicos y judiciales.
Pullaro negó que el Estado o el gobierno tenga que intervenir cuando quiebra una empresa. Así despejó dudas sobre el accionar de la Casa Gris frente a la crisis que presenta la firma, que este fin de semana avisó que no pagará los salarios de los trabajadores tras anunciar el cierre de sus plantas en las localidades de Ricardone y Avellaneda. Vale recordar que la Justicia dejó sin efecto el acuerdo que Vicentin había alcanzado con sus acreedores. Esa decisión reabrió el proceso de concurso preventivo.
Frente a la incertidumbre por los puestos de trabajo, Pullaro apoyó a los trabajdores. Aseguró estar trabajando “para que ninguna familia la pase mal o sufra”.
En este contexto, el gobernador santafesino puso un límite y planteó: “El gobierno no se puede hacer cargo de la empresa o de cada una de las empresas que quiebran”.
El mandatario atribuyó parte de la responsabilidad del actual panorama de incertidumbre a las decisiones políticas que, en su visión, distorsionaron el accionar de la Justicia: “Recordemos que desde la provincia en un momento se intentó intervenir la empresa y desde el gobierno nacional se la intentó expropiar. Un trámite judicial que debería estar resuelto hace tres años y medio hoy sigue trabado por las intromisiones del poder político”, marcó.
Por último, Pullaro sostuvo la importancia de respetar los procesos judiciales en curso -“nos guste o no”- y sus resoluciones.
La empresa Vicentin SAIC comunicó oficialmente a todo su personal que no podrá abonar los salarios correspondientes a marzo tras anunciar el cierre de sus plantas de Ricardone y Avellaneda.
“Con gran pesar y responsabilidad queremos informarles sobre la situación actual de nuestra empresa”, expresa el texto, que está dirigido “a todos los trabajadores de Vicentin SAIC”.
La compañía sostiene que “desde hace varios meses” enfrenta “circunstancias extraordinarias que han afectado su capacidad para operar con normalidad”, y que las “decisiones judiciales recientes que todos conocen” agravaron la incertidumbre entre sus clientes, “quienes, por este motivo, han retrasado o detenido los suministros necesarios” para continuar con las actividades.
“Esto ha tenido un impacto directo en nuestras operaciones y, lamentablemente, también en nuestra capacidad para cumplir con nuestras obligaciones económicas más esenciales, entre las que se encuentran diversas obligaciones comerciales, y ahora también el pago de los salarios correspondientes al mes de marzo”, señala el comunicado.
Además, el directorio precisó: "La parada segura de todas las plantas que dispusimos ayer (en alusión al sábado 5) permitirá la protección de los activos, esenciales para la rápida reactivación cuando las condiciones lo permitan”.
“Entendemos el impacto emocional y económico que esta situación genera, y lamentamos profundamente tener que darles esta noticia. Nuestro compromiso con ustedes y con el futuro de la empresa es absoluto”, cierra el mensaje, donde se aclara que la empresa mantiene “diálogo permanente con todos los que puedan contribuir a una regularización de la situación” y que continuará explorando “todas las alternativas que puedan conducir a una reactivación en los plazos más cortos posibles”.