Después de romper el carnet de Unidos, el diputado nacional José Núñez salió a cruzar al gobernador Maximiliano Pullaro por las retenciones y a reclamar la baja del gasto político, una movida para sumar puntos en su acercamiento al mundo Milei.
Después de romper con Unidos, el diputado nacional del PRO salió como un vocero libertario contra la Casa Gris. La respuesta del búnker amarillo
Por Mariano D'Arrigo
Después de romper el carnet de Unidos, el diputado nacional José Núñez salió a cruzar al gobernador Maximiliano Pullaro por las retenciones y a reclamar la baja del gasto político, una movida para sumar puntos en su acercamiento al mundo Milei.
Este martes, Pullaro y sus pares de la Región Centro, el cordobés Martín Llaryora y el entrerriano Rogelio Frigerio, le pidieron al gobierno nacional que ponga al agro al tope de la lista de prioridades ante una futura baja de impuestos.
“El campo no puede más y si no se toman decisiones rápidas puede colapsar como en los 90”, advirtió Llaryora.
Un día después, el diputado del PRO se arrojó sobre la granada y salió como un vocero informal de la Casa Rosada en Santa Fe.
“Los gobernadores reclaman medidas para el campo y buscan enfrentar al gobierno nacional, sin reconocer los logros económicos del último año, como el superávit fiscal y una baja de la inflación, que era realmente impensada", expresó Núñez.
Y agregó: “En Santa Fe, el aumento brutal de impuestos como el inmobiliario, las patentes e ingresos brutos castiga a toda la población, especialmente a los sectores productivos. Si el gobernador está realmente comprometido con el desarrollo de la producción, puede y debe achicar el gasto político para aliviar la carga fiscal que enfrentan los contribuyentes”.
Aunque regulan la artillería discursiva contra Milei, los gobernadores de la zona núcleo pretenden redireccionar hacia Buenos Aires el malestar de los productores, que enfrentan una tormenta perfecta: precios de las materias primas por el piso, costos en dólares, sequía e impuestos altos.
En este sentido, Núñez jugó la carta de la austeridad y se subió al reclamo de los libertarios y Amalia Granata por la unicameralidad.
“El Senado es un claro ejemplo de ineficiencia y abuso de recursos. Estos se destinan al uso clientelar de los ‘barones departamentales’, un verdadero insulto a los santafesinos”, fustigó el legislador del PRO, alejado sin retorno de la alianza que integra su partido con la UCR, el Partido Socialista y otras fuerzas.
“Hoy gobierna el Frente Progresista, no nosotros. La gente no entiende qué hacemos con los socialistas, los combatimos toda la vida y ahora convivimos con ellos. Nos desperfila”, sostiene un referente del grupo de los halcones, encabezado por Federico Angelini.
“Deben ser los requisitos de entrada de La Libertad Avanza”, retrucan desde el PRO santafesino.
“El problema es que se fueron sin que le hayan abierto la puerta del otro lado. Y pierden la discusión nacional porque Macri apoya a las autoridades de Santa Fe”, sostienen.
Macrista línea fundadora, hoy Angelini reporta a Patricia Bullrich en el ministerio de Seguridad y conduce un grupo en el que cuentan al resto de los diputados nacionales por Santa Fe de origen amarillo —salvo Germana Figueroa Casas— y otros referentes provinciales y locales, que reniegan de la conducción de Gisela Scaglia.
En ese espacio ven a la vicegobernadora y presidenta del PRO en Santa Fe, alineada con Macri, a contramano de lo que demanda el electorado amarillo.
Una de las principales cajas de resonancia de la pulseada entre Milei y Macri es el bloque de diputados nacionales. Por pedido de la conducción del gobierno Núñez y Gabriel Chumpitaz, cuyo mandato termina en diciembre, faltaron a la sesión en que naufragó Ficha Limpia. Una situación por la que referentes del PRO incluso denunciaron un pacto de complicidad entre los libertarios y el kirchnerismo.
Por ahora, macristas y bullrichistas mantienen una tensa convivencia en la bancada. Después de varios tropezones legislativos del gobierno, al calor de la consolidación del proyecto libertario la excandidata presidencial de Juntos revirtió el resultado y el poroteo la favorece.
El cierre de listas decidirá la fisonomía del bloque, aunque en el Congreso creen que el expresidente no tiene más opción que un pacto. “Si Macri no acuerda con LLA va a haber una fuga monstruosa, se va a quedar con los larretistas”, anticipan.
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Quienes impulsan una alianza amarillo-violeta buscan que se replique en las elecciones locales. En Rosario una posibilidad es una lista en conjunto o competir en una Paso. En cualquier escenario, confían en la tracción de la marca de La Libertad Avanza. “En Rosario no hay con qué darle. Con uno que no reste se gana”, confían.