En tiempos donde la información abunda, lamentablemente también proliferan teorías sin fundamento, muchas veces promovidas por "influencers" y sin formación científica. Una de esas tendencias preocupantes para la salud es la promoción del denominado “callo solar” y el consecuente rechazo al uso del protector solar. ¿Qué es el callo solar? Sus defensores sostienen que exponerse diariamente a la radiación ultravioleta (RUV) sin protección solar hace que la piel se engrose y adquiera un bronceado progresivo, creando una supuesta tolerancia a la radiación solar. Además, argumentan que los protectores solares son tóxicos o disruptores hormonales.
Estas afirmaciones no sólo carecen de respaldo científico, sino que representan un grave peligro para la salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha ratificado una relación directa entre la radiación solar y el cáncer de piel.
Está comprobado que el efecto de las radiaciones UV en la piel es acumulativo y progresivo, causando daños irreversibles a corto y largo plazo, tales como:
•Eritema solar (quemaduras)
•Envejecimiento prematuro de la piel
•Alergias
•Lesiones precancerosas (queratosis actínicas)
•Cáncer de piel
El bronceado no es sinónimo de salud, cuando nos exponemos a los RUV, la piel genera una respuesta inflamatoria que incluye un engrosamiento cutáneo y mayor producción de melanina para proteger el ADN celular. Aunque esto confiere cierta protección natural, no justifica las exposiciones inadecuadas, ya que los efectos a largo plazo son muy perjudiciales.
Algunas personas pueden producir una gran cantidad de melanina en respuesta a la RUV, mientras que otras producen muy poca. Las personas con fototipos claros (rubios y pelirrojos) son especialmente sensibles a la radiación UV, ya que producen poca melanina. Las pieles oscuras, aunque tienen más melanina, también son vulnerables a los efectos nocivos del sol.
¿Son seguros los protectores solares?
Al día de hoy, no existe ningún estudio científico que avale que los protectores solares sean disruptores hormonales o sustancias tóxicas. Los productos indicados por dermatólogos están regulados y autorizados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), sometidos a estrictos controles clínicos que garantizan su calidad, eficacia y seguridad.
Beneficios de una exposición solar responsable
El sol tiene efectos positivos para la salud, como estimular la síntesis de vitamina D, mejorar el estado de ánimo, regular el ciclo del sueño, etc. Sin embargo, es fundamental disfrutar del sol de manera responsable. A continuación, enumeramos las prinicipales recomendaciones para una fotoprotección segura:
•Evitar la exposición solar entre las 10:00 y las 16:00 horas.
•Buscar siempre la sombra.
•Usar protector solar de amplio espectro diariamente, incluso en días nublados y no sólo en verano. El FPS debe ser mayor o igual a 30, según el tipo de piel y las circunstancias de la exposición.
•Aplicar el protector 30 minutos antes de la exposición, cubriendo toda la piel de forma uniforme y generosa. No olvidar zonas como pliegues, párpados, cuero cabelludo, nuca, orejas y empeines.
•Reaplicar cada 2 horas o después de nadar o sudar.
•Complementar con sombreros de ala ancha, gafas con protección UV y ropa oscura de trama apretada o con factor anti-UV.
Conclusión
Adoptar buenos hábitos solares junto con el uso adecuado de elementos de fotoprotección constituye una estrategia eficaz para prevenir el daño solar. La salud de nuestra piel merece atención y cuidados informados. Desmitifiquemos las falsas teorías y promovamos el cuidado responsable bajo el sol.
Dra. María Alicia Savoré, Jefa del Servicio de Dermatología de Grupo Gamma