En el último Simposio Internacional "Avances en urología 2025", que se realizó en Buenos Aires, una experta rosarina expuso sobre un tema sensible que tiene gran importancia desde el punto de vista médico y social por el impacto que tiene en la calidad de vida de la población: cómo tener una sexualidad saludable, en este caso, observando los problemas en los varones. La conferencia "El código del hombre: urología 360 en la sociedad del rendimiento. Un análisis sobre lo esencial y lo ignorado" concentró la atención de los participantes. ¿Se incrementaron los casos de disfunción eréctil? ¿Los hombres están más presionados para alcanzar ciertos estándares en su vida sexual? ¿Cuáles son los caminos para resolver esta situación que genera angustia, frustración y ansiedad?
La Capital habló con la doctora Malén Pijoan, especialista jerarquizada y consultora en urología, una reconocida andróloga que desde hace décadas se dedica a la salud sexual de los varones, con una mirada integral.
La médica mencionó que distintos estudios epidemiológicos estiman que alrededor del 30% de los hombres mayores de 40 años presenta algún grado de disfunción eréctil (una dificultad persistente para lograr o mantener una erección lo suficientemente firme para tener relaciones sexuales). La cifra aumenta con la edad. "Más allá de los números, lo que sí cambió notoriamente es la cantidad de consultas", destacó.
¿A qué se debe ese incremento? "Puede explicarse por un mayor acceso a la información, por una disminución progresiva de los tabúes en torno a la sexualidad masculina y también porque muchos varones hoy están más atentos a su salud y bienestar general". Sin embargo, aunque hay menos reparos en plantear dudas y dificultades en el consultorio, la médica señala que hay muchos hombres, de todas las edades, que llegan soportando años de preocupaciones y frustraciones, con vergüenza y un montón de mitos sobre sus espaldas.
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Mandatos, la imagen y las redes
La función sexual forma parte integral de la calidad de vida, explicó la uróloga, directora del Instituto Metropolitano de Urología. "Muchos pacientes llegan con una carga emocional considerable. La disfunción eréctil sigue siendo, para muchos, un tema difícil de abordar. Hay vergüenza, temor al juicio, frustración y angustia, especialmente si se asocia la sexualidad con un mandato de desempeño".
"En la experiencia clínica quirúrgica sostenida durante más de 25 años en el campo urológico y andrológico, observé que estas consultas no solo se han incrementado en número sino que se acercan personas de menor edad". También aumentó la derivación por parte de otros médicos "lo que refleja una creciente integración del abordaje sexual en la salud general del paciente".
Algunos hombres "demoran meses o incluso años en consultar, lo que muchas veces agrava la situación al generar ansiedad anticipatoria, dificultando aún más la función sexual. La consulta médica cumple un rol clave al ofrecer un espacio de confianza para abordar estos temas con naturalidad y sin juicio".
Otro aspecto es la presión en torno al rendimiento sexual "como si este definiera su valor personal o su masculinidad".
"Esta exigencia está profundamente arraigada en mandatos sociales que vinculan la virilidad con la potencia sexual. Las redes sociales y los medios de comunicación amplifican esta presión al mostrar imágenes idealizadas del cuerpo, del deseo constante y del rendimiento perfecto", reflexionó Malén Pijoán.
Estos modelos, "lejos de reflejar la complejidad de la experiencia sexual real, pueden contribuir al aumento de la ansiedad de desempeño y dificultar la búsqueda de ayuda profesional oportuna".
Por eso, la exposición de la médica rosarina se basó en una visión integral sobre la salud masculina, enfatizando que, en muchas ocasiones, se reduce al hombre únicamente a su rendimiento o síntomas aislados. "Se precisa una evaluación completa del paciente con disfunción sexual, contemplando su fisiología, cambios hormonales y otras condiciones así como la realización de diagnósticos precisos y respaldados por métodos científicos adecuados", sostuvo.
Durante la charla también se presentó un documento elaborado la doctora y el experto Eduard Ruiz Castañé, director del sector de Andrología de la Fundación Puigvert (Barcelona), que justamente destaca la importancia de abordar la disfunción sexual masculina desde criterios clínicos sólidos, recuperando así la legitimidad científica y evitando decisiones terapéuticas empíricas o poco fundamentadas.
Los tratamientos aprobados
La hora de pensar abordajes o soluciones, la uróloga mencionó cuáles son los tratamientos disponibles para la disfunción sexual del varón, haciendo hincapié de que el abordaje es integral ya que hoy se ofrecen muchas soluciones mágicas, que solo empeoran la situación del paciente.
A nivel científico, esto es lo que puede utilizarse: testosterona, inhibidores de fosfodiesterasa tipo 5 (tadalafilo y sildenafil), prótesis de pene y terapias regenerativas actuales, como las ondas de choque de baja intensidad, una técnica no invasiva que estimula la angiogénesis como tratamiento complementario no invasivo y eficaz en la disfunción eréctil.
"La llamada impotencia sexual no debe subestimarse o tratarse superficialmente. Cada paciente requiere una evaluación clínica meticulosa, individualizada y una medicina de precisión con estudios complementarios adecuados para obtener un diagnóstico certero. Solo así se garantiza la elección del tratamiento más efectivo", dijo la experta.