Junto con la presentación de la ley tributaria 2025, el gobierno provincial adhirió a la denominada ley de blanqueoy decidió gravar con un 2% a quienes se sumaron al régimen con domicilio en Santa Fe. La decisión fue más política que económica y arrastró ruidos en el mercado desde donde entendieron que es una mala señal.
El ministro de Economía, Pablo Olivares, estuvo activo en la semana defendiendo la decisión de determinar que quienes blanqueen activos por más de 100 mil dólares deberán abonar un 2% de los montos excedentes a dicha suma.
Ese porcentaje lo podrán tomar a cuenta de impuestos de ingresos brutos de futuro, “es decir, lo que van a estar haciendo es un anticipo de los impuestos que van a tener que pagar en el futuro”, mencionó el ministro.
Blanqueo y enojos
Más allá de eso, en el mercado financiero local tomaron mal la decisión de ir contra los blanqueadores y la leyeron medida como una señal negativa. Durante toda la semana no bajó la bronca. A eso le agregan que con la ley tributaria, la provincia busca quitar la exención de los títulos públicos nacionales cuando lo compren bancos. En otras palabras, quiere gravar las Lefi, las letras que emitió el Tesoro nacional en reemplazo de los pases pasivos que los bancos colocaban antes en el Banco Central (BCRA). Esto es un golpe directo a los bancos y las Alycs.
“Los que piensan hacer inversiones se espantan y se van con estas medidas”, leyó un agente financiero de la city rosarina. Pero, ¿de dónde se irían los inversores? ¿Qué abandonarían?
Entre operadores del mercado de capitales y financiero avizoran que peligra el acompañamiento a la emisión de bonos por hasta 50 mil millones de pesos que lanzó en la semana la provincia con la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) como forma de fondear obra pública, puntualmente, cuatro proyectos viales clave del Gran Rosario.
Otros directamente son aun más pesimistas y creen que bancos y Alycs “no van a largar un peso” con el porcentaje que le cargaron. Todo lo contrario a lo que se pensaba en el lanzamiento cuando fondos de inversión, compañías de seguro, cerealeras, bancos y las sociedades intermediarias de inversores se sentaron en el anuncio del martes pasado, previo a las medidas tributarias. Probablemente quede una línea bien diferenciada entre quiénes apuesten al proyecto e inviertan y quiénes se bajen.
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Presentación en la Bolsa de Comercio de Rosario de Estrategia de Financiamiento para el Desarrollo de Infraestructura. Nada se sabía aún del blanqueo.
El timing del gobierno provincial para anunciar la adhesión con cargo del blanqueo cuando sale al mercado a pedir financiamiento parece un error no forzado, aunque no es tan así. Tarde o temprano debían oficializarlo, y eligieron la primera opción.
Quienes ingresaron al régimen y sobre todo los profesionales que aconsejaron a sus clientes blanquear lo leyeron como algo desleal: los esperaron a que blanqueen y luego los abrocharon. A mediados de agosto, a dos semanas de iniciado el proceso La Capital contó que la provincia ya pensaba cobrar un porcentaje.
El gobierno provincial no se corre de ese campo discursivo y doblega. “Los verdaderos héroes son aquellos que han cumplido siempre sus obligaciones tributarias”, repitió Olivares desde agosto.
Ahora bien, si el gobierno oficializaba la adhesión con cargo antes o sobre el inicio del régimen podría haber empiojado el proceso. “No nos pueden acusar de que le boicoteamos el ingreso de dólares”, decían en el equipo económico tras el anuncio.
Seguridad
Se dijo al comienzo que no fue una decisión económica -la recaudación no movería el amperímetro- sino política enfocada en la seguridad. Todo se diseñó entendiendo que un blanqueo es un tema sensible para el gobierno de Maximiliano Pullaro ya que Santa Fe y, sobre todo, Rosario son tierra fértil para el lavado de activos derivados de economías ilegales. Por supuesto que no todos los que acceden provienen de una actividad ilegal, pero más vale ser desconfiados que lamentarse, explican.
También hay una lectura política, que es la decisión de Pullaro de no acoplarse al modelo Milei, como sí hizo Córdoba que adhirió y no gravó. En la city rosarina creían que el contraste con Milei, con una medida en sentido inverso a su política de subir impuestos y menos a lo financiero, es equivocado en momentos en que el presidente levanta su imagen.
La alícuota de 2% en el blanqueo y sus enojos locales tuvieron eco en la Casa Rosada. Igualmente, no habrá vuelta atrás y se definirá en la Legislatura cuando trate la norma tributaria. Es más, la movida de grabar las Lefis empieza a masticarse en el gobierno nacional y podría tener un nuevo capítulo con más ruido.