La avanzada
“Estados Unidos tomó la delantera en esta carrera con el lanzamiento del proyecto Stargate, una iniciativa liderada por OpenAI, Oracle y SoftBank, con un financiamiento previsto de u$s 500.000 millones”, señaló. Este proyecto contempla la construcción de cinco mega centros de entrenamiento de IA, cada uno con una demanda energética de 5 GW, lo que supone una transformación del mercado energético estadounidense y mundial.
En respuesta a esta demanda emergente, el gobierno de EEUU declaró una emergencia energética nacional, con el objetivo de acelerar la construcción de infraestructura energética crítica para sostener el crecimiento de la IA.
La magnitud de esta inversión y sus implicaciones han abierto un debate sobre la capacidad de otros países para insertarse en esta nueva economía digital.
“Argentina, bajo la administración del presidente Javier Milei, manifestó su interés en posicionarse como un hub para centros de datos de IA, aprovechando ventajas geográficas, energéticas y estratégicas”, apuntó Rosandi. Y enumeró entre ventajas factores como el clima frío en regiones del sur, la disponibilidad de recursos energéticos como el gas de Vaca Muerta y la energía nuclear, y el capital humano altamente capacitado.
No obstante, aclaró, “existen desafíos estructurales significativos”. Entre ellos, la falta de infraestructura eléctrica adecuada, las limitaciones en conectividad digital, la inestabilidad macroeconómica y la necesidad de un marco regulatorio atractivo para la inversión extranjera son obstáculos que deben ser abordados para que Argentina pueda participar en esta revolución tecnológica.
El proyecto Stargate
El proyecto Stargate se presenta como la iniciativa más ambiciosa en materia de IA y centros de datos a nivel global. Se trata de una alianza estratégica entre OpenAI, Oracle, SoftBank y el fondo MGX de Emiratos Arabes Unidos, con el objetivo de desarrollar infraestructura para la inteligencia artificial general (AGI). Esta iniciativa prevé una inversión de u$s 500.000 millones en los próximos cuatro años, con la construcción de cinco mega centros de entrenamiento de IA en territorio estadounidense, con una demanda energética proyectada de 5 GW por cada instalación.
El CEO de OpenAI, Sam Altman, ha señalado que Stargate acelerará la llegada de la IA general, permitiendo el desarrollo de agentes de inteligencia artificial capaces de realizar tareas de manera autónoma y mejorar la productividad de múltiples industrias. “Se estima que para 2025, los primeros sistemas de IA avanzada podrían integrarse a la fuerza laboral y generar un impacto significativo en la economía”, señaló el titular de la Eiys. Y aclaró que la administración de Donald Trump aseguró que la infraestructura de IA debe mantenerse dentro del país, “limitando la posibilidad de que otras naciones, como China o la Unión Europea, tomen la delantera en este campo”.
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El presidente Donald Trump firmó varios decretos en su primer día como presidente. Entre ellos, la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París.
Foto: AP
En total, se estima que para 2028, Stargate requerirá 25 GW, lo que equivale aproximadamente al 10% del consumo eléctrico total de EE.UU. El primer centro de datos estará en Texas. Se estima que estos centros utilizarán las últimas arquitecturas de chips optimizados para IA, desarrolladas por Nvidia, AMD y Google. Y se implementarán sistemas avanzados de enfriamiento debido al alto consumo energético de los modelos de IA avanzada. También requerirán conectividad de ultra alta velocidad, con fibra óptica de baja latencia para el entrenamiento y despliegue de modelos de IA.
El financiamiento inicial garantizado asciende a u$s 100.000 millones, destinados a la construcción del primer centro en Texas. Se espera que en los próximos cuatro años se complete el financiamiento total de u$s 500.000 millones. El gobierno declaró que aportará incentivos fiscales y medidas regulatorias. Trump señaló que la emergencia energética permitirá agilizar los permisos para la construcción de
infraestructuras eléctricas. La directiva también elimina regulaciones, incentiva la explotación de gas natural, petróleo y energía nuclear, reduce plazos en evaluaciones ambientales y establece un plan para desarrollar infraestructura eléctrica interestatal.
Rosandi señaló que el crecimiento acelerado de la demanda energética de la IA generó preocupaciones sobre la sostenibilidad del suministro eléctrico en EEUU. Según un informe de McKinsey, se proyecta que la demanda de energía de los centros de datos en EE.UU. pasará de 147 TWh en 2023 a 606 TWh en 2030, representando un 11,7% del consumo energético total del país en esa fecha.
Entre los desafíos con los que se encuentra el sector energético mencionó la falta de infraestructura de transmisión, la dependencia de combustibles fósiles y la lentitud en proyectos de energías renovables. Por otra parte, la aceleración de permisos puede generar disputas con comunidades locales y organizaciones ambientalistas.
Oportunidades para Argentina
El avance global en inteligencia artificial (IA) y la creciente demanda de infraestructura de alto rendimiento presentan una oportunidad estratégica para Argentina, que cuenta con ventajas naturales, energéticas y de capital humano que podrían posicionarlo como un hub para el desarrollo de centros de datos y computación avanzada. El documento de Eyis detalló los principales factores que concurren para ello:
Condiciones Climáticas y Geográficas: uno de los principales costos operativos de los centros de datos es la refrigeración de los servidores. Las regiones con climas fríos permiten reducir significativamente este costo, haciendo que la operación sea más eficiente. En el caso argentino, Patagonia y la región sur presentan temperaturas promedio bajas, ideales para el enfriamiento natural de centros de datos; extensas áreas de baja densidad poblacional, lo que facilita la instalación de infraestructuras sin grandes disputas territoriales, y acceso a puertos y rutas comerciales, clave para la importación de hardware y la exportación de servicios digitales. Rosandi citó el caso de países como Suecia, Noruega e Islandia desarrollaron centros de datos aprovechando su clima frío y atrayeron inversiones de empresas como Google y Microsoft.
Recursos energéticos y políticas nacionales: el acceso a energía confiable y a bajo costo es crucial para la instalación de centros de datos. En este sentido, Argentina posee recursos energéticos abundantes, con potencial para abastecer estos proyectos. Vaca Muerta, una de las mayores reservas de gas no convencional del mundo, cuenta con potencial para abastecer el crecimiento energético. Por otra parte, Argentina cuenta con tres centrales nucleares y un plan de expansión, lo que podría garantizar suministro energético estable y de bajo impacto ambiental. Y en materia de energías renovables, el país tiene alto potencial en energía eólica y solar, con desarrollos clave en la Patagonia.
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Estimaciones indican que puede ser la segunda formación de importancia luego de Vaca Muerta.
Capital humano y ventajas estratégicas: Argentina se destaca en la región por su nivel educativo en tecnología y su ecosistema de startups, lo que favorece la instalación de empresas tecnológicas. Universidades como la UBA, Itba y UTN forman profesionales en IA y computación de alto nivel. Empresas como Mercado Libre, Ualá y Globant han demostrado la capacidad del país para desarrollar tecnología de punta. Y, en comparación con EEUU y Europa, el costo laboral en tecnología es menor, lo que podría ser un atractivo para empresas extranjeras. “Países como India y Estonia apostaron por el desarrollo del talento tecnológico y se han convertido en referentes globales en exportación de servicios digitales”, citó el documento.
Desafíos y riesgos
Si bien Argentina cuenta con ventajas estratégicas, para que se convierta en un destino atractivo para centros de datos e infraestructura tecnológica, será necesario abordar una serie de desafíos clave. Entre ellos:
Infraestructura actual y necesidades de inversión: los centros de datos requieren infraestructura robusta y confiable en términos de energía, telecomunicaciones y logística. Argentina tiene déficits en estas áreas. Su red eléctrica es inestable, la conectividad es limitada, y la falta de incentivos ha ralentizó el crecimiento de la inversión en el sector tecnológico. Como caso global, Rosandi mencionó los de Chile y Brasil, que desarrollaron infraestructura específica para centros de datos, con redes eléctricas reforzadas y mayor inversión en fibra óptica.
Estabilidad macroeconómica y confianza inversora: Para atraer inversiones en infraestructura tecnológica, Argentina debe garantizar estabilidad macroeconómica y previsibilidad regulatoria. Sin embargo, el país ha enfrentado ciclos de crisis económicas recurrentes, lo que genera incertidumbre en los inversores. la inflación elevada, las restricciones cambiarias y el historial de cambios regulatorios “ desalienta la inversión extranjera”, señaló el documento. El ejemplo global a seguir, en este caso, es Irlanda, que “se consolidó como un hub de centros de datos gracias a su estabilidad fiscal y política, atrayendo inversiones de Amazon, Microsoft y Google”.
Marco regulatorio y aspectos legales: los centros de datos requieren seguridad jurídica y regulaciones claras que faciliten la inversión. Argentina aún no cuenta con un marco normativo específico para la industria de la IA y los centros de datos. Frente a ello, el documento sugier instrumentar beneficios impositivos específicos, adaptar las leyes de protección de datos y normativas sobre IA y remover barreras burocráticas. Singapur, destaca el trabajo, “diseñó un marco regulatorio favorable con exenciones fiscales y normas claras para atraer centros de datos”.
Sostenibilidad ambiental y acceso a recursos: el desarrollo de infraestructura tecnológica debe considerar el impacto ambiental, especialmente en lo que respecta al consumo energético y uso del agua para la refrigeración de servidores. Por ello, se necesitan soluciones de refrigeración eficientes para evitar el estrés hídrico, planificar la combinación de fuentes energéticas y alinear las regulaciones ambientales con estándares internacionales. Finlandia es el caso citado como ejemplo por la implementación de centros de datos neutros en carbono, reutilizando el calor generado para calefacción urbana.
Factores exógenos e internos
El desarrollo de infraestructura tecnológica para IA en Argentina no depende únicamente de las condiciones locales, sino también de factores externos como la competencia global, las relaciones internacionales y la evolución del mercado tecnológico.
En este punto, el trabajo subrayó que el crecimiento del mercado de inteligencia artificial generó una carrera tecnológica entre potencias como Estados Unidos, China y la Unión Europea. El primero de estos países lidera el desarrollo de infraestructura para IA con megaproyectos como Stargate y una política agresiva de inversión en centros de datos. El segundo, desplegó zonas de desarrollo tecnológico con fuerte apoyo estatal, posicionando a empresas como Alibaba Cloud y Huawei en el sector. Y la Unión Europea se enfocó en la regulación ética y sostenible de la IA, con iniciativas para garantizar un crecimiento alineado con normas ambientales. Entre los países emergentes, India, Brasil y Chile están impulsando sus capacidades en infraestructura digital para atraer inversión extranjera.
“Argentina, como país emergente, debe definir una estrategia clara para insertarse en este ecosistema y atraer inversiones”, señaló Rosandi. En este aspecto, advirtió que la capacidad de Argentina para insertarse en el ecosistema global de IA dependerá en gran medida de sus acuerdos comerciales y diplomáticos con actores clave. Consideró que un acuerdo con empresas estadounidenses podría facilitar la llegada de inversión en centros de datos, mientras que la cooperación en tecnología y energía con China puede ofrecer oportunidades de financiamiento. También instó a consolidar el rol del país en organismos como el G 20, el BID y la Ocde para atraer fondos. Por otra parte, la integración con Brasil y Chile en infraestructura digital podría fortalecer la conectividad de los centros de datos. Rosandi citó el caso de México, que “logró atraer inversión tecnológica de EEUU y China al ofrecer estabilidad regulatoria y facilidades logísticas”.
Esto no evita la necesidad de implementar incentivos fiscales, estabilizar el régimen cambiario, buscar financiamiento internacional para infraestructura, fundamentalmente de fibra óptica, redes 5G y conectividad. Tampoco la de integrar su ecosistema tecnológico, abundante en empresas emergentes en inteligencia artificial, fintech y blockchain, con el sector productivo. Una de las propuestas es expandir las n plantas de ensamblaje en Tierra del Fuego a la producción de componentes tecnológicos. La base existente en materia de universidades y centros de investigación invita a imitar el ejemplo de Israel, que “integró su ecosistema de startups y universidades con el desarrollo de infraestructura de IA y supercomputación, atrayendo inversión extranjera”.
Eiys alerta que, si bien el sector tecnológico argentino es fuerte, existen barreras estructurales que dificultan su integración en el mercado de centros de datos y supercomputación. Por caso, Argentina no produce chips ni procesadores especializados para IA, lo que genera dependencia de importaciones; su inversión en I+D es solo el 0,5% del PBI, muy por debajo de países líderes como EE.UU. (3,5%) o Israel (5%); y además enfrenta dificultades logísticas y aduaneras para la importación de tecnología y la integración entre sector privado y académico es baja.
Rosandi considera que el país debería fomentar alianzas internacionales para la importación de chips y servidores especializados, a la vs que incentivar la producción local de componentes tecnológicos (almacenamiento, sistemas de refrigeración, energía), a la vez que expandir el ecosistema de IA mediante inversión en I+D y programas que vinculen universidades con la industria.
Un modelo posible
En definitiva, apunta el experto, el país necesita una planificación estratégica que abarque la atracción de inversiones privadas y alianzas estratégicas con empresas globales del sector tecnológico, la expansión y modernización de la infraestructura eléctrica y de telecomunicaciones, la implementación de un marco regulatorio y fiscal competitivo que genere confianza en los inversores,el desarrollo de talento y capacidades técnicas para operar y administrar centros de IA y garantizar la sostenibilidad y eficiencia energética en el diseño y operación de las instalaciones.
“La experiencia de países como Irlanda, Brasil y Finlandia demuestra que el éxito en este sector requiere una combinación de políticas públicas, inversión privada y acceso a mercados internacionales”, señaló.
Entre las acciones estratégicas a desarrollar, recomendó:
- Exención de impuestos a la importación de tecnología y reducción del impuesto a las ganancias para empresas de IA.
- Creación de Zonas Económicas Especiales (ZEE), con beneficios tributarios y regulatorios, similar a lo que hizo Chile con la “Ruta Digital”.
- Acuerdos bilaterales con empresas tecnológicas: firmar convenios con Microsoft, Amazon, Google, Oracle y Nvidia para la instalación de infraestructuras en el país.
- Garantía de estabilidad regulatoria: evitar cambios bruscos en normativas y asegurar marcos legales claros.
En materia de desarrollo de infraestructura eléctrica y tecnológica, instó a invertir en generación nuclear, gas y energías renovables; construir redes de alta tensión para conectar parques tecnológicos y centros de datos; desarrollar infraestructura de fibra óptica y conectividad 5G y fomentar la creación de polos tecnológicos regionales, a través del desarrollo de hubs en Patagonia, Santa Fe, Córdoba, Mendoza y Buenos Aires.
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Un operador de plataforma camina por un sitio de perforación geotérmica de Fervo Energy cerca de Milford, Utah, con un parque eólico al fondo. En Nevada, el primer proyecto geotérmico operativo de Fervo Energy ha comenzado a bombear electricidad libre de carbono a la red eléctrica de ese estado para alimentar los centros de datos de Google, anunció Google el martes 28 de noviembre. (Foto AP/Ellen Schmidt)
Al mismo tiempo, Rosandi recomendó crear un marco normativo específico para esta industria e integrarse a redes globales de innovación y financiamiento. Por ejemplo, a través de su integración en foros como Oecd AI Policy Observatory.
Preguntas para el debate
El documento de trabajo de Eiys concluye que la creciente demanda de IA está generando una crisis energética en EEUU, lo que llevó a la declaración de una emergencia energética nacional. También que el financiamiento privado y el respaldo gubernamental son clave, y que las principales potencias tecnológicas (EEUU, China, UE) están compitiendo para liderar la infraestructura de IA, estableciendo modelos regulatorios e incentivos para atraer inversión.
¿Cómo insertar a la Argentina en esa carrera? “El desarrollo de infraestructura para inteligencia artificial en Argentina requiere una visión estratégica y coordinada entre el sector gubernamental, las asociaciones productivas, las empresas tecnológicas, el sistema energético, los centros de investigación y el sector financiero”, responde el estudio. Y sentencia: “Solo a través de una política integral que combine inversión, innovación y sostenibilidad, el país podrá insertarse en la economía digital global y consolidarse como un actor clave en la revolución de la inteligencia artificial”.