eNunca fue tan ameno mirar las emociones de cerca, con todas sus tensiones y posibilidades, como en las películas “Intensamente” de Disney/Pixar. Tras una exitosa primera entrega estrenada en 2015, la cual se volvió un hito en el mundo de la animación (por su penetración cultural más que por sus cualidades técnicas), el jueves pasado se estrenó mundialmente la secuela y ya es un suceso de taquilla.
El filme que inauguró lo que ahora se encamina a convertirse en una saga, presentó el mundo subjetivo de Riley, una niña de 11 años, a través la personificación de cinco emociones clave que conviven en el cuartel general de la mente de la niña: Alegría, Tristeza, Miedo, Asco e Ira.
En “Intensamente 2”, Riley tiene 13 años y el lugar de trabajo atraviesa una remodelación para abrir paso a cuatro nuevas emociones que aparecen con el comienzo de la adolescencia: Ansiedad, Ennui (la expresión francesa que designa el tedio o aburrimiento), Vergüenza y Envidia. Como en la primera película, la trama se desarrolla en dos escenarios en paralelo: el mundo real, donde se ven las interacciones sociales de la protagonista, y su fuero interno, donde sus emociones la acompañan a atravesar los desafíos propios de la edad.
Acorde a lo informado por el sitio Ultracine, “Intensamente 2” acumuló 214.874 espectadores en salas argentinas sólo durante la jornada de su estreno, proyectándose como una de las más elegidas por la audiencia en el fin de semana largo. En Estados Unidos, anticipan ganancias de 90 millones dólares en los primeros días de proyección. De esta forma, se convierte en candidata a ser la película más taquillera del año hasta el momento, después de “Dune 2” (aunque también hay altas expectativas para el lanzamiento de “Mi villano favorito 4”, también de Disney/Pixar, a comienzos de julio).
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Pero la película no sólo fue y es un éxito comercial. La primera parte ganó el Oscar a Mejor Película Animada (y obtuvo una nominación a Mejor Guión Original, algo poco frecuente para el cine animado), escaló a la lista de favoritas de muchas personas (incluyendo muchísimos adultos), e incluso es utilizada en distintas partes del mundo como herramienta pedagógica para infancias y adolescencias. Esto último es posible gracias al carácter fuertemente didáctico del filme, que sin embargo no se impone por sobre la lograda construcción del relato de ficción.
Una película para todos los públicos
El eje sobre las emociones, un componente universal de la experiencia humana, la vuelve inevitablemente una película para todos los públicos. No hay barrera cultural que impida reconocerse en los sentimientos que protagonizan el filme, porque por fortuna nadie estuvo ni está exento de sentir alegría, tristeza, ansiedad o furia. Hay una parte necesaria de cada espectador en esos personajes.
Los filmes no sólo aciertan en la original construcción de su universo, sino el abordaje cuidadoso y empático de un terreno complejo como son las emociones. Convirtiéndolas en simpáticas figuras animadas (cuya personalidad entera expresa el sentimiento que las identifica), permiten singularizarlas y atender sus múltiples interacciones y superposiciones a través del trabajo colectivo (pero no por eso sin tensiones) dentro del cuartel general, una suerte de representación de la mente humana.
Las emociones deben trabajar en equipo para mantener el equilibrio subjetivo de Riley. Ante cada interacción y cada estímulo exterior, van actuando acorde a lo necesario o posible para la joven. En la primera entrega, la predominancia y el liderazgo de Alegría se ven desafiados por las intervenciones de las otras emociones, operando así una crítica al mandato de la felicidad constante propio de esta época, y legitimando a la vez a la Tristeza como una parte fundamental de la experiencia humana.
En esta oportunidad, la irrupción de Ansiedad, con su hiperactividad y su cuestionamiento constante, es lo que pone en juego el equilibrio del cuartel y supone el gran desafío. Nuevamente, cualquier espectador puede comprender sin demasiado esfuerzo cómo la aparición de esta emoción (sobre todo en sus primeras y confusas emergencias en la adolescencia) puede resultar desestabilizante, incluso hasta alcanzar niveles que requieren acompañamiento profesional.
Esto no sorprende si se tiene en cuenta que detrás de la idea de “Intensamente” está Pete Docter, autor de algunos de los filmes más distintivamente sensibles del universo Pixar: fue guionista de las dos primeras “Toy Story”, y director de “Monsters Inc.”, “Up” y “Soul”. Si bien no estuvo involucrado en la secuela, Kelsey Mann (en su debut como director) supo continuar su legado. Meg LeFauve, nominada al Oscar por el guión de la primera parte, regresó para escribir también la segunda, en una apuesta al sostén de calidad.
El elenco original, en la versión en inglés, es verdaderamente un rejunte estelar de la comedia estadounidense. La icónica Amy Poehler comanda el cuartel interpretando a Alegría, Phyllis Smith (la entrañable Phyllis de “The Office”) hace lo propio con Tristeza, Bill Hader (creador, protagonista y ganador de varios premios Emmys por la serie “Barry”) es Miedo, el veterano standupero Lewis Black es Ira y Mindy Kaling (también de “The Office”) es Asco.
Para la segunda parte, se sumó al equipo una nueva generación de celebridades en ascenso: Maya Hawke (de “Stranger Things”) es Ansiedad, Ayo Edebiri (de “The Bear”), es Envidia, la francesa Adèle Exarchopoulos (de “La vida de Adèle” y muchas otras películas celebradas de la última década) es Ennui, y el comediante Paul Walter Hauser es Vergüenza. Sin embargo, por su ranking ATP, en todas las salas de Rosario donde se exhibe el filme, sólo se podrá ver la versión doblada.
En la secuela, Riley continúa viviendo en la ciudad de San Francisco, pero su talento en el hockey le permite viajar a jugar partidos en otras ciudades, en donde se verá expuesta a nuevas experiencias y amistades. Además, tiene lugar un hecho trascendental en la vida de cualquier persona: la protagonista empieza la secundaria. En el cuartel general de las emociones, se activa literalmente la alarma de la pubertad y comienza el descontrol: todos los sentires se expresan de forma exagerada en Riley. La adolescencia está a flor de piel, y también en la profundidad de la estructura subjetiva.
“Intesamente 2” da un paso más en la exploración de la mente humana a través de la animación, con otra propuesta altamente recomendable para toda la familia que no sólo se destaca desde lo temático sino también desde lo visual y técnico.