A esta altura se puede afirmar con todas las letras que el inicio de Ariel Holan como entrenador de Central es positivo. Hay algunos indicios del juego que lo marcan, pero en situaciones de cambios de técnicos los resultados suelen estar por encima de todo y en ese aspecto también el Canalla dio un paso adelante. Es que ambos encuentros fueron en condición de visitante y de seis puntos posibles, el equipo cosechó cuatro. Pero claro, lo que más fresco está es la gran victoria lograda en Santiago del Estero y hacia allí apunta el análisis, en determinar qué cosas buenas y malas se hicieron en esos 90 minutos que le sirvieron al Canalla para dejar atrás una racha de siete partidos sin triunfos y otra de ocho de visitante sin sumar de a tres.
Central en alza de la mano de Holan
El triunfo: Lo más destacado de la excursión al Madre de Ciudades fue sin dudas fue la victoria, un resultado que viene a aportar una cuota importante de tranquilidad en medio de un presente complejo, con el equipo lejos de todo tipo de peleas.
El buen semblante fue algo fácilmente palpable en la retirada de los futbolistas (también del cuerpo técnico) del estadio santiagueño. Y eso servirá, a todas luces, para que técnico pueda trabajar en un clima mucho más distendido. Lo mismo corre para los jugadores.
Gol del nueve
El gol de un 9: En el contexto de una sequía de goles por parte de los centrodelanteros, que la victoria haya llegado por el grito de uno de ellos no es menor. Es que Luca Martínez Dupuy lo venía buscando con la misma tenacidad que Marco Ruben y Enzo Copetti, aunque con mucha menos participación y minutos en cancha.
Encima, que Marco haya formado parte de la jugada también aporta. Por la sencilla razón de que el histórico goleador canalla está jugando sus últimos partidos, antes del retiro definitivo.
La lectura de Holan: El cambio que Holan hizo en el entretiempo fue fundamental para que el equipo estabilizara su fútbol, después de algunos sobresaltos que había pasado en el primer tiempo. Y cuando una decisión del entrenador repercute para bien de manera directa en el funcionamiento siempre es bienvenida.
En este caso en particular, Holan detectó dónde había un problema y no dudó en llevar su idea a la práctica. Y un detalle: el cambio que hizo fue a modo de apuesta hacia la profundización de una idea que ya desde el primer partido el equipo mostró con claridad. Es que Kevin Ortiz, a priori, tiene más marca que Mauricio Martínez, pero Caramelo garantiza un mejor trato del balón. Y Holan se la jugó por eso. ¿El resultado? El Canalla se hizo más fuerte en el complemento a partir de la tenencia. Más allá de eso, lo que mostró el técnico fue naturalidad para una toma de decisión que resultó clave.
En baja, cosas que Holan debe corregir
Le llegaron mucho otra vez: Central fue un equipo que intentó jugar siempre, de principio a fin, pero en el primer tiempo algunas cosas no le funcionaron. Es que el retroceso no era lo debidamente adecuado y por eso la defensa se vio en aprietos en más de una ocasión. La cosa terminó con un par de intervenciones determinantes por parte de Fatura Broun, quien impidió que Central Córdoba convirtiera un par de goles en esa primera mitad del partido.
Y esto se resalta porque algo similar ocurrió en el choque frente a Estudiantes, en el que a los 30 minutos del primer tiempo el Pincha tranquilamente pudo haber liquidado el partido. No lo logró por un par de muy buenas atajadas de Fatura.
Holan llegó hace muy poquito tiempo y tiene apenas un par de semanas de trabajo, lo que hace pensar que este tipo de fallas serán trabajadas con algo más de firmeza, pero lo sucedido hasta aquí no parece fruto del azar. Estudiantes le hizo precio en aquel primer partido del nuevo DT y ahora con Central Córdoba sucedió algo similar.
Cuando el equipo se apagó: La idea de jugar siempre, de ir hacia adelante y de ser protagonista estuvo siempre en Central, pero en un determinado momento el equipo se apagó por completo. Fue después de que el árbitro Rey Hilfer decidiera parar el partido para que los jugadores pudieran hidratarse.
Hasta allí el Canalla había sido superior un buen rato, se desprotegió en algún momento, pero siempre en un contexto de pelea pareja. De hecho, aquellas situaciones claras del Ferroviario tuvieron el contraste de un par de chances por parte de Central. Lo que seguramente no le debe haber gustado a Holan es que su equipo perdiera por completo el control del partido. Porque en esos últimos 15 minutos del primer tiempo fue cuando el Canalla corrió detrás de la pelota. Pudo haber influido el cansancio o la alta temperatura, pero sin dudas fue un click en el partido. Y para un equipo que pretende jugar a partir de la pelota no puede permitirse verla ir de un lado a otro, pero en los pies del rival.