La prisa por querer resultados de inmediato no es buena consejera. Mariano Soso necesita tiempo para trabajar con un plantel que recién podrá decir que es propiamente suyo una vez que culmine la Liga Profesional y lo arme con nuevos jugadores para la temporada 2025. Es por eso que no tiene sentido ser muy riguroso en la evaluación del empate sin goles frente a Atlético Tucumán. Una igualdad de Newell's que entregó algunas señales de lo que pretende el DT, teniendo mucho para corregir y seguir ensayando.
Soso no quiso realizar un cambio brusco en el funcionamiento del equipo, quizás porque prefiere seguir ajustando las piezas antes de arriesgar. En donde adoptó decisiones más terminantes fue en la formación titular. La inclusión del debutante Josué Reinatti en el arco fue una medida fuerte.
Dicho esto, los jugadores intentaron acomodarse a un nuevo estilo de juego, que apareció en lapsos breves y que lució contenido, sin soltarse, quedando en claro que el entrenador prefirió no correr riesgos y afirmarse primero desde atrás. Por ahora, nada del fútbol agresivo que lleva el sello del DT a lo largo de su carrera.
El 3-4-3 que paró en el estadio José Fierro funcionó más desde el aspecto posicional que en el desarrollo de un plan de juego. Nadie perdió la posición. Pero tampoco ninguno sobresalió. En el balance, la Lepra se aproximó poco al arco tucumano. En el propio, le llegaron más seguido y si no lo perdió fue por la falta de puntería del equipo del Colorado Sava.
Gustavo Velázquez, el mejor de Newell's
En el aspecto defensivo, Gustavo Velázquez fue el que mejor respondió y salió favorecido con la línea de tres zagueros. Sacó todo lo que estaba al alcance, de arriba y de abajo. Eso sí, a Newell’s lo preocuparon bastante de arriba y fue por desajustes en la marca de Tomás Jacob y Saúl Salcedo. Cuestiones a mejorar.
Tanto como será imperioso corregir la tarea de recuperación. Si Atlético Tucumán llegó por arriba fue por la libertad de sus lanzadores para meterla en el área rojinegra, sin que la Lepra ofrezca una línea de contención por delante de su defensa. Tomás Pérez estuvo demasiado solo teniendo al lado a Ever Banega. Armando Méndez fue discontinuo en la marca por derecha. Por su parte, Leonel Vangioni tampoco dio garantías. Queda más que claro si se considera que el volante Renzo Tesuri se movió por su sector y tuvo libertad para sacar los centros.
La inclusión de Josué Reinatti
Párrafo aparte para el desempeño del arquero Reinatti. Su imagen fue la de un futbolista sobrio, seguro. Si bien los disparos de Atlético Tucumán no fueron directo al arco, por lo que no lo exigieron, nunca dio la sensación de que le pesara el compromiso.
A medida que la Lepra se fue animando a salir por abajo, el arquero no dudo en jugarla con el pie. A veces, cuando la tuvo que revolear, le faltó justeza para entregarla. Más allá de esto, por tratarse de su primer partido, respondió a la exigencia.
Lo que quedó muy en evidencia es el tema de la intensidad que distingue a los equipos de Soso y que esta vez no hubo asfixia en cada sector de la cancha. Como se dijo, es una labor que implicará días de trabajo y evaluar respuestas físicas de uno y otro, aparte de evaluar si hoy están todos los jugadores para cumplir tal despliegue.
Por lo pronto, Newell’s no fue el animador del partido, como entiende el fútbol su entrenador. Imposible siendo que la pelota fue propiedad del conjunto tucumano. De allí que haya que mejorar la contención para lograr una transición rápida de defensa a ataque.
Los delanteros sin intensidad
Para este debut del entrenador, tampoco apareció una presión alta por parte de los tres futbolistas de ataque, Mateo Silvetti, Giovani Chiaverano y Matko Miljevic. El equipo en sí se mantuvo más retrasado, para tratar de impedir que el local encuentre por dónde filtrarse en campo rojinegro.
En el juego ofensivo, se reflejó la idea de Soso: ser directo en los ataques, con las escaladas de Jacob, las incursiones ofensivas de Tomás Pérez, los avances por afuera de Méndez y las corridas de Silvetti.
Después, en el análisis final, no fue lo mismo el rendimiento de uno y otro. Mata Pérez fue el que mejor se desenvolvió, cruzando la línea media con determinación. Lo llamativo es que actuó por delante de Ever Banega.
El capitán debió ocuparse de la circulación, pero en la zona que se movió acompañó poco a los de adelante y así se lo perdió en una franja de la cancha donde es capaz de dejar a un compañero de cara al gol. Una de las pocas veces que lo hizo, asistió magistralmente al Colo Ramírez, que fue derribado por el arquero Durso y no se sancionó el penal.
Miljevic contenido
A Miljevic le costó acomodarse al nuevo sistema, volcado adelante sobre la izquierda. Venía siendo de los mejores arrancando desde más atrás, encarando de frente a sus rivales.
Al uruguayo Méndez le pasó algo parecido, de lateral volante derecho. No tuvo la aceleración de cuando inicia sus proyecciones más retrasado. Perdió sorpresa y terminó chocando contra los adversarios.
Otro que no se amoldó a la función fue Giovani Chiaverano. De nueve, quedó sumergido en la marca del grandote Gianluca Ferrari. No lo favoreció el puesto, tratándose de un delantero ágil y de movimientos rápidos.
Recién en el último cuarto de hora de la primera etapa, Newell’s encontró la pelota y se fue aproximando, aunque con poca elaboración. Lo mejor apareció en el inicio de la segunda etapa, aunque continuó con la falta de profundidad.
Newell’s pasó el debut de Soso. Con ciertos rasgos de la concepción futbolística del DT. Para desplegar una idea madre, es cuestión mínima de tener paciencia.