El primer remate de soja en la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) se convirtió en un ring entre el gobierno provincial de Maximiliano Pullaroy el Ejecutivo nacional por temas impositivos. Cuánto, quién y para qué cobran impuestos es una discusión que Santa Fe no suelta argumentando discriminación en recursos. Incluso está decidida a responder los topetazos trimestrales que manda la Casa Rosada.
El 2024 hubo varios cortocircuitos pero, al ser un año de reseteo estructural, es impreciso enumerarlos. Sí vale recordar que a fines de enero las tropas libertarias cargaron las tintas virtuales contra los ingresos brutos que cobran las provincias, y especialmente contra Santa Fe. El escudo libertario fue, nada menos, que Mercado Libre y Marcos Galperín puso la cabeza.
Ahora fue el llamado, histriónicamente, gurú del dólar blue, el rosarino Salvador Di Stefano, quien con el libertarismo en el poder se fabricó hábilmente la oportunidad de dar el salto en defensa del presidente Javier Milei y hasta terminó validando honores en la Rosada. El economista publicó un mapa con los ingresos brutos que cobran las provincias a las fintech y fue retuiteado por el presidente.
Pullaro y los impuestos
La aclaración en letra chica del tuit es necesaria: se trata de los servicios de crédito (préstamos de entidades no bancarias destinados a consumo, viviendas u otros bienes). Es el caso de Santa Fe que empardó ese tributo a los bancos sólo por los intereses que cobran para financiamiento o adelanto de dinero, o la bicicleta que realizan con el saldo de los comerciantes hasta que lo giran.
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Eso fue el tentempié para la hora del almuerzo en la Bolsa de Comercio. En realidad, al que se deglutieron fue al subsecretario de Producción Agropecuaria y Forestal, Manuel Chiappe, un funcionario de bajo rango que puso la cara en el atril en nombre de la cruzada libertaria y recibió algo más que indirectas. "Si viene a zapatear, que se la aguante", soltaron en Unidos.
Los Picantes, el grupo económico de Luis "Toto" Caputo, con el director del Banco Central, Federico Furiase, y el multitasking Juan Pazo, actualmente titular de Arca a la cabeza, ni siquiera se quedaron al acto pese a que minutos antes habían finalizado una reunión con empresarios locales, entidades rurales, y autoridades de la Bolsa.
No del gobierno provincial sobre quien los funcionarios se refirieron en esa mesa reclamando más esfuerzo en la baja impuestos. No cayó muy bien en la provincia que esos reclamos a escondidas.
Pero también lo dijeron en público, al menos, Chiappe. “El gobierno nacional está haciendo un esfuerzo bajando impuestos distorsivos y es fundamental que las provincias y los municipios hagan lo mismo”, arremetió al tiempo que miraba a Pullaro y al intendente Pablo Javkin sentados a su lado. It’s showtime.
Javkin no la dejó pasar y pidió discutir el marco impositivo nacional y “quiénes se hacen cargo de cada función”. Vale recordar que con la excusa de mantener el equilibrio fiscal, la Nación no corta el pasto de las rutas y mucho menos mantiene las rutas. “Déjennos hacer más cosas pero distribuyamos el IVA como corresponde de manera federal y no apliquen (los recursos) en el conurbano y atrasen al lugar donde se generan las divisas”, largó.
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El subsecretario de Producción Agropecuaria y Forestal, Manuel Chiappe, le habló a Maximiliano Pullaro.
Foto: La Capital / Virginia Benedetto.
Pullaro también recogió el guante. En un discurso más encendido de lo habitual, aclaró que Santa Fe no dilapidó el ajuste que hizo sino que lo invirtió. Esa es la batalla que da: mostrar un gobierno que apretó los números pero con acción frente a un modelo nacional que sólo quiere acomodar los números de la macro sin producción ni erogación alguna para la sociedad.
“Lo que no entienden es que los impuestos se cobran para los servicios, para la inversión en obras, para mantener las provincias”, soltaron en el gobierno provincial luego del acto. "El acceso a los puertos -agregó Pullaro- por los que sale el 80 por ciento de las exportaciones de la Argentina, exportaciones que no vuelven nada a Santa Fe, los esta haciendo la provincia".
Luego del acto siguió. “Quiero repetirlo porque hay confusión: la carga impositiva es nacional, Santa Fe no le cobra al campo Ingresos Brutos y a la industria muy poco”. Luego aclaró otro punto que desde la Nación habían aprovechado para martillar: de los 10.000 millones recaudados por el Inmobiliario Rural se invirtieron 35 veces más en caminos rurales, en créditos, en sostenimiento de tasas.
La reforma
Todo es un capítulo de una saga que seguramente tendrá un punto caliente cuando se aproxime fines de junio, fecha en que el gobierno nacional volverá a subir las retenciones. Es una pelota que la Región Centro empieza a amasar de a poco, pero también espera que sean los propios actores del campo quienes pataleen por la baja rentabilidad con derechos de exportación, sobre todo aquellos que apoyan las ideas libertarias.
Este tono de aviso del gobierno de seguir con la motosierra esconde una cuestión más profunda: para octubre encargarían una reforma tributaria con combo: reforma Tributaria Nacional + discusión régimen de coparticipación + propuesta consenso fiscal para Reforma Tributaria de provincias.
¿Se vendrá realmente alguna propuesta de reforma tributaria de fondo como avisó el gobierno a fin de año en el Consejo de Responsabilidad Fiscal y que resucita ahora tras empoderarse con las relaciones carnales con EEUU? ¿Será un esquema rebuscado que complique la recaudación de las provincias ahora que empiezan a prender luces amarillas? Un año marcado por la tensión en lo impositivo en un sistema fiscal que el gobierno dice no terminó de purgar.