El gobernador Maximiliano Pullaro no esperó la vuelta de la feria para enviar los pliegos de los nuevos ministros de la Corte Suprema de Santa Fe y prefirió cerrar en 2024 una primera etapa de la reforma judicial. De a poco, en el gobierno se frotan las manos y hablan de un cambio en el orden del Poder Judicial para el futuro.
Si parecía que el año estaba al tope de las negociaciones políticas tras la trabajosa reforma constitucional, la renovación de la Corte Suprema se llevó el último cartucho de rosca de diciembre. Habrá pretemporada en enero de ministros.
En los últimos días se aceleró la definición de los pliegos para las tres vacantes producto de las renuncias de Mario Netri y María Angélica Gastaldi, sumadas a la ampliación de seis a siete del número de integrantes del máximo tribunal.
Poder Judicial con cambios
Durante el comienzo de semana, la Legislatura provincial tendrá oficialmente los nombres de quienes propone el Ejecutivo provincial para ocupar las sillas vacantes. Jorge Baclini que cuenta con dos doctorados, autor de trabajaos académicos, fue juez, fiscal regional y extitular del Ministerio Público de la Acusación (MPA) y Rubén Weder, exrelator de la Corte y exfiscal de Estado durante la gestión perottista, pican en punta. También maduraba la propuesta de Margarita Zabalza, de otro recorrido, especialista en Derecho Tributario, secretaria Académica en Derecho de la UNR y exsubsecretaria de Delitos Económicos en el gobierno de Miguel Lifschitz.
El nombre de Weder fue señalado por haber sido impulsado por Omar Perotti tras el acompañamiento clave de su bloque Hacemos a la reforma constitucional que impulsó Unidos. Al margen de esa cuestión meramente de práctica política, hay antecedentes peculiares.
Cuando el actual ministro de Gobierno, Fabián Bastia, era presidente de la comisión de Acuerdos, en 2021, realizó una presentación ante Weder que conducía la Fiscalía de Estado, en la que le reprochaba su accionar de pedir el archivo de una causa contra Marcelo Sain.
Este, luego de renunciar como ministro de Seguridad, intentó volver como director del Organismo de Investigaciones (OI) y la Legislatura se lo negó. El reproche al actual candidato para la Corte tomó temperatura, Bastia lo puso en contradicción y hasta amagó con avanzar con un juicio político. Ahora la propuesta del pliego de Weder llevará la firma del ministro. Vueltas de la política.
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Rafael Gutiérrez, ministro de la Corte Suprema de Santa Fe, finalizó la digitalización integral del Poder Judicial.
Foto: Archivo / La Capital.
Nueva etapa
En el gobierno comentaron que el nombramiento de "tres jueces es muy importante” porque el último había sido, justamente, Erbetta a fines del mandato de Jorge Obeid, hace 17 años.
Al margen de los nombres, el Poder Judicial parece asomar hacia una nueva etapa que puede tener de punto de partida en la reforma judicial, con la ampliación del máximo tribunal y los nuevos nombres, pero que va más allá de la legislación.
Hay una suerte de ola reformista que, a la fuerza, impulsa el gobierno provincial, al borde de los límites según algunos actores de la Justicia. Sin embargo, en las entrañas del Poder Judicial ya hay movimientos activos de innovación y adaptación a los nuevos tiempos de procesos y funcionamiento.
Por ejemplo, la reciente finalización de la Digitalización Integral del Poder Judicial en todos los juzgados y fueros de Derecho Privado. Otro ejemplo más claro fue la presentación en la semana del primer encuentro de innovación en el servicio judicial con la temática Gestión judicial, automatización, optimización de recursos y uso consciente de la IA.
Analizaron los alcances de esta tecnología de punta, por ejemplo, para depurar y reducir tiempos en la síntesis de expedientes. Hubo unos 300 participantes, entre jueces, funcionarios y empleados judiciales, en la actividad que propició la Procuración de la Corte Suprema.
Transición
La nueva ola rompe en la orilla y deja revuelta la arena. El Poder Judicial se mete en una etapa de transición en la que convivirá la renovación y la de los ministros actuales.
Sin embargo, en la lectura binaria, por ahora no cambiaría la actual mayoría. Sí se sobreentiende que habrá más pulseada. Hasta el momento, solo Daniel Erbetta era el que solía votar en disidencia en algunos temas de repercusión.
La segunda fase para el gobierno sería de consolidación de la reforma, con la renovación total y otro tipo de cambios. “Mientras vendrá toda una etapa de transición hacia un nuevo orden”, se envalentona un funcionario político conocedor de la disputa de poder.
Hasta entiende que en esa transición habrá una “desorientación” que primará en el Poder Judicial, desde la cúpula hacia la base. Argumentan que habrá, efectivamente, un cambio en el statu quo y que por definición se moverán las placas tectónicas.
Todo está por verse con un sector judicial que podrá verse en algún punto acorralado, pero que es un factor de poder independiente, histórico y de peso en el Estado santafesino.