La Habana es una ciudad que se despliega como un lienzo vibrante de historia, música, arquitectura y vida cotidiana. Cada rincón de la capital de Cuba guarda una historia que contar, desde las estrechas y pintorescas calles de Ciudad Vieja hasta la majestuosa silueta del Capitolio, un referente arquitectónico que refleja la grandeza pasada de esta urbe.
Es, sin lugar a dudas, un destino único que ofrece a los viajeros la posibilidad de vivir una experiencia inmersiva en su cultura y su gente.
Un paseo por el centro histórico
El Centro Histórico de La Habana, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es un lugar de inmenso valor cultural y arquitectónico. Desde sus calles empedradas y plazas llenas de vida, como la Plaza de la Catedral, donde se alza la imponente Catedral de La Habana, hasta los coloridos edificios coloniales que la rodean, el centro histórico invita a recorrerla lentamente, disfrutando cada detalle.
Un punto imperdible es el Paseo del Prado, una de las principales avenidas de la ciudad, adornada con árboles y estatuas, que conecta el Parque Central con el Malecón. El Prado es una muestra de la opulencia de la ciudad durante su apogeo, donde el arte y la arquitectura se entrelazan con el ruido cotidiano de los habaneros.
El Capitolio y el Parque Central
El Capitolio es uno de los edificios más impactantes de la ciudad. Su arquitectura, inspirada en el Capitolio de Washington, D.C., es una muestra de la magnificencia de los tiempos pasados. Hoy alberga la Academia de Ciencias de Cuba y sigue siendo un símbolo de la arquitectura neoclásica.
Frente al Capitolio se encuentra el Parque Central, un lugar perfecto para sentarse, observar el movimiento de la ciudad y disfrutar de la vista del Hotel Inglaterra. Este parque es, además, un punto de encuentro para la comunidad local y turistas.
La Habana y su música: una melodía sin fin
La música en La Habana es como el corazón de la ciudad. La salsa, el jazz, el son cubano y la música tradicional invaden cada rincón. Los turistas pueden disfrutar de una velada en lugares emblemáticos como el Floridita, famoso por su daiquirí y por ser uno de los bares preferidos de Ernest Hemingway, o en cualquier esquina, donde músicos locales interpretan canciones que transmiten la esencia de la isla.
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Las calles de La Habana ofrecen una vista de edificios viejos ideal para quienes gustan de la arquitectura.
El Malecón: encuentro entre el mar y la ciudad
El Malecón, la avenida que se extiende a lo largo de la costa habanera, ofrece vistas espectaculares del mar Caribe y es el lugar ideal para pasear al atardecer, mientras se disfruta de la brisa marina. Además, es un sitio privilegiado para observar la puesta de sol. Es también el escenario perfecto para ver el reflejo de la ciudad a través de los autos antiguos que recorren la zona, llenando de nostalgia y carácter las calles de La Habana.
El ritmo habanero
La Habana es una ciudad que se vive y se siente. El caminar pausado de sus habitantes, el cadencioso acento cubano que resuena en las conversaciones y el inconfundible sonido de las bocinas de los autos antiguos son elementos que componen una sinfonía única. La ciudad tiene un ritmo propio, que invita a los turistas a dejarse llevar, a elegir su propio compás y ser parte de su vibrante vida urbana.
El bullicio, la calidez de su gente y su inconfundible sabor caribeño hacen de la ciudad un destino cautivador que permanece en la memoria de quien la visita.
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Tips para un viaje tranquilo
Llevar dinero en efectivo: si bien hay cajeros automáticos en la ciudad, las tarjetas extranjeras no son aceptadas en todos los lugares, especialmente fuera de las zonas turísticas. Lo recomendable es llevar dólares en efectivo, ya que el cambio de moneda puede ser más favorable que con la tarjeta.
Recorrer la ciudad en bicicleta o en cocotaxis: caminar por la ciudad es una experiencia maravillosa; sin embargo, movilizarse en bicicleta o en los típicos cocotaxis (motos con sidecar) puede ser una forma divertida y diferente de explorar La Habana, especialmente cuando hace calor.
Beber agua embotellada: aunque en la ciudad hay agua potable en algunos lugares, se recomienda consumir agua ya embotellada para evitar problemas estomacales.
Datos útiles
Cómo llegar
Desde Rosario, Copa Airlines tiene vuelos diarios a La Habana, con escala en Panamá. A Santa Clara, Copa vuela desde Rosario los miércoles, jueves y domingos, con conexión en Panamá. Ambos vuelos llegan al mediodía a la isla.
Cuándo ir
La mejor época para visitar La Habana es entre noviembre y abril, ya que es el período más seco y fresco del año. Durante estos meses, las temperaturas son agradables (rondan entre los 20°C y los 30°C) y las lluvias son menos frecuentes. Para chequear los distintos paquetes de viajes a Cuba hacer click en el siguiente enlace.