El cantante Joaquin Müller, conocido en el mundo de la cumbia como El Villano, contó por primera vez que tiene VIH. El artista contó que sus familiares y amigos se enterarían de la misma manera y momento que sus seguidores.
El cantante habló por primera vez de su diagnóstico. “Mis familiares se están enterando por este video”, expresó en video en el que llamó a tomar conciencia
El Villano habló de su diagnóstico de VIH.
El cantante Joaquin Müller, conocido en el mundo de la cumbia como El Villano, contó por primera vez que tiene VIH. El artista contó que sus familiares y amigos se enterarían de la misma manera y momento que sus seguidores.
"Tengo HIV", comenzó diciendo a través de su cuenta de Instagram. "Todos mis familiares y amigos se están enterando a través de este video porque no quería que nadie me pare de hacerlo porque siento que mi propósito es compartirles toda mi verdad, desde lo más oscuro que viví hasta la luz y conectar con Dios", afirmó.
El Villano explicó que él se sentía “muy bien”, incluso se veía en su “mejor momento de vida”. De pronto, fue al médico por un "dolor de panza" y por verse un poco más flaco y sentirse cansado. Le realizaron una serie de análisis, entre ellos los de HIV, y aunque todo le “salió bien”, el resultado de HIV fue “positivo”.
El músico se sinceró al decir que "No sé quién me contagió y no sé a quién contagié". “Hace 2 años que estoy con la misma persona y afortunadamente, ella se analizó y está bien porque siempre nos cuidamos”, dijo sobre su pareja.
En el video reflexionó sobre su pasado, reconociendo que tiene un fuerte historial de “excesos, de alcohol, de drogas, de sexo” y de “noches en las que terminaba y me despertaba el otro día sin acordarme nada”. Se describió a sí mismo como "una persona que se destruyó completamente en lo privado”, aunque "tal vez como el cantante siempre me vieron bien".
Luego, el artista de 34 años afirmó pudo salir de esa oscuridad “siguiendo el camino de Dios”, “escuchándolo a él” y teniendo una “conexión directa, una relación con Dios”. De acuerdo a su relato, la fe lo ayudó a dejar atrás el alcohol, luego la droga y después su “adicción a al sexo” por cosas que le pasaron “en la infancia”.
El Villano destacó que cuando uno está en un mal momento, “lo único que te puede sacar de ahí es Dios”. Según él, el ego, la falta de autoestima, el qué dirán y la comparación llevan a la “destrucción total”.
La intención principal al compartir este video, expresó, es que la gente “tome conciencia”, especialmente enfoque en la juventud que lo sigue. “La salud y la conexión con Dios te van a dar una vida maravillosa y sana, porque si estás en la mierda, te vas a destruir hasta la muerte", concluyó.
Fundación Huésped, la organización argentina que trabaja alrededor del VIH y su concientización, rápidamente le comentó: "Acá estamos para lo que necesites".
El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH o HIV, por su siglas en inglés) es un virus que afecta al sistema de defensas del organismo, llamado sistema inmunológico. Una vez debilitado por el VIH, el sistema de defensas permite la aparición de enfermedades. Esta etapa avanzada de la infección por VIH es la que se denomina Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida (sida). Esto quiere decir que el sida es un conjunto de síntomas (síndrome) que aparece por una insuficiencia del sistema inmune (inmunodeficiencia) causada por un virus que se transmite de persona a persona (adquirida).
Por eso, no toda persona con VIH tiene sida, pero sí toda persona que presenta un cuadro de sida, tiene VIH. Una persona con VIH no necesariamente desarrolla síntomas o enfermedades. Sin embargo, puede transmitirlo.
Llamamos enfermedades oportunistas a las infecciones o tumores que se desarrollan en el contexto de un sistema inmunológico deteriorado y son las que marcan un cuadro de sida. Las personas que llegan a la etapa de sida, pueden acceder a tratamientos que permitan revertir ese estado, superando la enfermedad que haya aparecido y recuperando un nivel adecuado de defensas.
En un acto de valentía, Jonathan Müller, conocido en el mundo de la música como El Villano, miró fijo a la cámara, respiró hondo y disparó una confesión que atravesó la pantalla: “Tengo HIV”. No hubo preámbulos. No hubo red de contención. Solo él, su verdad, y millones de ojos expectantes.
El VIH no tiene síntomas. Por lo tanto, la única manera de saber si alguien contrajo el VIH es a través de un test. En Argentina, se calcula que el 17% de las personas que viven con VIH no saben que lo tienen.
El test de VIH es un análisis de sangre que detecta la presencia de anticuerpos al VIH. Existen dos tipos de test: el llamado ELISA que es una extracción de sangre y se realiza en un laboratorio, y el test rápido, para el que se depositan unas gotas de sangre de la yema de un dedo sobre una tira reactiva y cuyo resultado se obtiene veinte minutos después. En ambos casos, si el resultado es positivo, debe ser confirmado con una prueba de laboratorio denominada Western Blot.
El análisis de VIH es voluntario, confidencial y no requiere orden médica. En todos los hospitales públicos y centros de salud es gratuito.
Una vez producida la infección por VIH, los anticuerpos tardan 30 días en ser detectados. Es decir que durante este tiempo, llamado “período ventana”, los análisis pueden resultar negativos aunque la persona tenga el virus. Es por eso que cuando hubo una situación de riesgo, si el análisis se hizo durante el mes siguiente y el resultado fue negativo, se recomienda repetirlo.