Este martes, el gobierno nacional publicó en el Boletín Oficial el decreto 984/2024, el cual modifica el artículo 30 de la ley de fomento de la actividad cinematográfica nacional. La nueva normativa elimina las líneas de subsidios del Incaa para la producción y, a su vez, otorgará dinero a las películas argentinas acorde a su éxito en taquilla.
“El fomento de la industria del cine nacional debe orientarse a la promoción de producciones de calidad, que sean exitosas en la taquilla y bien recibidas por el público en general”, aseguran en la argumentación del decreto, que además afirma que en la última década hubo un descenso en el visionado: en el 2014, “el cine argentino era visto por el 17,84% del total de espectadores mientras que ese porcentaje se redujo al 7,35% en el año 2023”.
La nueva normativa “se aplicará a todas las películas (argentinas) cuyo estreno comercial sea posterior al 24 de julio de 2024” y en ningún caso el Incaa podrá “adelantar o anticipar” subsidios sin que la producción "haya comprobado" su convocatoria en salas o en otro tipo de plataformas de distribución (no aporta detalles sobre esto último).
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A su vez, se divide a las películas (sin especificar a priori los criterios que caracterizan a cada una) en “sin interés especial” y “con interés especial”. El primer grupo recibirá el 70% del producido bruto de boletería, mientras que el segundo recibirá el 100%. En ambos casos, “hasta alcanzar el costo de una película nacional de presupuesto medio”.
Respecto de esto último, el decreto establece que el subsidio recibido “en ningún caso podrá significar más del 50% del costo de producción total del proyecto” o más del “5% del total de los recursos asignados anualmente” por el Incaa a estos fines.
Acorde al texto normativo, “el subsidio se liquidará, por trimestre calendario, durante 24 meses a partir de la primera fecha de exhibición comercial”. Las primeras voces críticas del sector audiovisual señalaron en redes que para mejorar la llegada del cine nacional, una salida lógica era mejorar los canales de exhibición o distribución. Por otro lado, se puso en duda que muchas películas lleguen siquiera a existir o ser mostradas en salas sin subsidios a la producción. Finalmente, se subrayó que la taquilla nacional y comercial en muchos casos no es parámetro del “éxito” de un filme, en tanto no contempla el paso por festivales.