Rosario fue una de las seis ciudades elegidas por Los Piojos para este regreso tan esperado. La banda, que marcó a fuego los escenarios entre 1989 y 2009, volvió a reunirse luego de 15 años. Y lo hizo con todo: localidades agotadas, pogo asegurado y una ciudad que fue la sede donde familias, amigos y diversas generaciones se reencontraron para vivir una noche especial.
El show tuvo lugar en el Hipódromo Independencia, donde miles de fanáticos llegaron desde distintas provincias. Desde temprano, los seguidores, de todas las edades, ya estaban haciendo fila. Los accesos se abrieron a las 17 horas y cerca de las 20.15 abrió la noche el rosarino Chino Zurcher.
Ahora bien, para algunos, el reencuentro había comenzado un poco antes: en la madrugada del jueves, un grupo reducido de fanáticos tuvo el privilegio de verlos muy de cerca en Casa Brava, un bar en la zona de Pichincha. Sin previo aviso, la banda sorprendió con un show íntimo que encendió la previa y dejó expectantes a los fanáticos que tenían sus entradas para el sábado 26.
Finalmente, la noche del sábado en medio de banderas y remeras de Los Piojos, Andrés Ciro Martínez, Daniel "Piti" Fernández en la guitarra, Luciana "Luli Bass" Valdés en el bajo, Sebastián "Roger" Cardero en la batería, Daniel Buira en la batería y percusión, Facundo "Changuito" Farías Gómez en la percusión, Juan Manuel Gigena Ábalos en la guitarra, y Chucky de Ipola en el teclado, salieron al escenario con toda la potencia que los caracteriza.
“No te sorprenda volverme a ver”
Desde temprano, el Parque Independencia se fue llenando de grupos que llegaban con heladeritas, reposeras y ganas de compartir un ritual piojoso de los de antes, había picadas, fernet, cerveza y mates. Se sentía el reencuentro: padres con hijos, parejas, grupos de amigos que no se veían hace tiempo.
Miles de personas que venían desde San Nicolás, Pergamino, La Plata, Morón, Lanús, Pujato, entre otras localidades de la zona y también del resto del país. “Yo ya los vine a ver hace 15 años y no puedo estar más feliz de poder traer a mis hijos”, contó a La Capital un fanático. Su hija a su lado recordaba: “Bicho de ciudad fue la primera canción que escuché, me la mostró mi papá”.
Pasadas las 21 horas y en medio de un ambiente de emoción y ansiosa espera, las luces se apagaron y la pantalla se iluminó con el característico personaje del "piojito". En ese momento las banderas comenzaron a multiplicarse entre la multitud, y al ritmo de “Llevatelo” Andrés Ciro Martínez se hizo presente en el escenario frente a 30 mil personas. De esta forma, empezaron a sonar los grandes clásicos, mientras el pogo y la emoción se intensificaban cada vez más.
La música de Los Piojos atraviesa generaciones y eso no solo se notó en el público, donde padres e hijos compartían cada canción, sino también arriba del escenario. Uno de los momentos más especiales fue cuando el hijo de Ciro, Alejandro Ciro Martínez, subió a cantar con él el tema “Pistolas”.
Hacia la mitad del recital, las pantallas proyectaron un video que recorrió los comienzos de la banda: imágenes de archivo, los rostros de sus integrantes adolescentes, momentos íntimos de giras y escenarios. Todo ello, se entrelazaba con las tomas en vivo del show. Hacia el final del video quedó en la pantalla la frase, “Si no existe memoria, todo lo nuestro es suicida”.
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Uno de los momentos más emotivos del show, fue cuando sonó el tema “Sudestada” y en las pantallas apareció la imagen de Tavo Kupinski, el histórico guitarrista de Los Piojos que falleció hace 14 años. Sobre el escenario estuvieron presentes dos de sus familiares, y toda la banda, desde el bajista hasta el baterista, cantó al micrófono una frase del tema.
Después de ese clásico piojoso, la noche empezó a ponerse aún mejor. Fue el turno de "Te diría", "Taxi Boy", "Ay ay ay", "Cancheros", "Muy despacito", "Tan solo", "Es solo rock and roll", "Genius" y "Como Alí" fueron algunos de los temas de este tramo del recital.
Hacia el final, con el público ya delirando de alegría, Los Piojos coronaron la noche con "Ruleta", "Pacífico", "Muévelo", "El Farolito" y "Cruel".
“No te sorprenda volverme a ver”, dice una de sus canciones. Y este sábado en Rosario la frase cobró más sentido que nunca: la gente volvió a ver a Los Piojos, la ciudad los recibió con todo y la noche no decepcionó.
Previa íntima en un bar
Aunque la fecha en el Hipódromo era muy esperada, algunos fanáticos ya habían tenido el privilegio de ver a la banda en un show íntimo durante la madrugada del viernes en un bar.
Andrés Ciro Martínez y su banda tocaron para unas 300 personas en el bar Casa Brava, ubicado en Riccheri y Güemes, donde su visita se mantuvo en secreto para evitar aglomeraciones afuera del bar. Quienes tuvieron el privilegio de ingresar pudieron cumplir como pocas veces el deseo que expresa "El Farolito" y gritaron: "Déjame que te vea cerquita por hoy".
El programa original en el bar de Pichincha era una zapada liderada por Nahuel Marquet, cantante de Degradé y Los Bardos, y Juan Martín "Mojo" Mojoli, el bajista de El Kuelgue. Lo que pocos sabían es que después iban a subir los músicos que marcaron a fuego la historia de la música argentina de los 90.
Los Piojos en Rosario.mp4
Los Piojos tocaron el jueves 24 de abril de 2025 en Casa Brava.
Video: Instagram/@veropalacios221.
La banda creada en Ciudad Jardín Lomas del Palomar revivió la sensación de tocar a centímetros del público, en contraste su gran despliegue en diferentes estadios. Incluso invitó a la DJ rosarina Tita Smith a improvisar con su trombón en un dueto junto a Ciro y su armónica.
La lista de temas del show reservado de Los Piojos fue un remate fuerte y al medio del arco del éxito. El grupo interpretó "Tan solo", "Desde lejos no se ve", "El farolito", "Todo pasa" y "Taxi boy" con un coro permanente de quienes llenaron Casa Brava.
Como complemento de las canciones propias, Ciro ratificó su devoción por la banda de Mick Jagger e incluyó dos covers clásicos: "You gotta move" y "Honky tonk women". La frutilla del postre fue la versión de "Me matan, Limón", el tema de los Redonditos de Ricota.