A finales de octubre pasado, la cultura rosarina perdió a una de sus destacadas exponentes: Andrea Fiorino. El 9 de febrero, el día en que la querida y reconocida artista hubiera cumplido 60 años, sus amigos, colegas y familiares la homenajearon con la inauguración de una muestra que celebra su vida y obra. Se podrá visitar en el Museo Estévez (Santa Fe 748) hasta el próximo lunes 17, y se espera que pueda continuar de forma itinerante en otros espacios.
Este viernes 14, en el marco de la Noche de los Museos, se podrá recorrer excepcionalmente desde las 19 y hasta la medianoche.
Las piezas expuestas incluyen algunos de los premios y distinciones que recibió a lo largo de 30 años de carrera, múltiples vestuarios (muchos confeccionados por la propia Andrea), y objetos de algunas de sus obras más emblemáticas, recuperadas de su propio archivo personal. Detrás de la iniciativa se encuentran la cantante Myriam Cubelos, que habla de Fiorino como su “hermana”, y Fabio Sbergamo, quien trabajó junto a la actriz durante veinte años.
“Cuando había que desarmar el departamento en el que estuvo viviendo hasta último momento, una noche me puse a pensar qué iba a pasar con todo lo que tenía ella ahí, los vestuarios. Su única familia eran tres primas. Una de ellas, Carla, me dijo que iba a guardar todo. Yo dije que quizás estaría bueno exponerlo en algún lado y ahí empezó todo”, contó Cubelos en diálogo con La Capital.
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Algunos de los objetos teatrales de la carrera de Andrea Fiorino que se pueden ver en la muestra-homenaje en el Museo Estévez
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De esta forma, empezaron a pensar dónde montar la muestra. Si bien la primera opción fue un teatro, territorio primordial de Fiorino, se volcaron por un museo por las condiciones de armado y visita del público. “Cuando hablé Fabio sobre el Estévez me dijo que Andrea había hecho cosas muy lindas ahí, y le gustaba un montón. Así que coincidió todo”, recuperó Myriam.
Andrea comenzó su carrera en la danza y la deriva propia de la profesión la llevó a la actuación a comienzos de los años 90. Con una enorme capacidad para el humor y el comentario social, escribió y protagonizó unipersonales, hizo café concert, fue parte del pionero grupo de comedia Extravaganza, y condujo y participó de programas de televisión, por nombrar sólo algunas instancias de un recorrido irreductible a la enumeración. En 1999, recibió el Premio Revelación Estrella de Mar por su emblemática “El discurso”. En 2024, llevó adelante la obra “Un día de poder”, una tragicomedia sobre los cuarenta años de democracia, que sostuvo en cartel hasta los últimos meses de su vida.
“Cuando fuimos a ver qué exponer, era muchísimo el material. Fue difícil elegir”, apuntó Cybelos. Entre afichería, folletería y otros objetos, se destacan siete vestuarios montados sobre maniquíes. Fue tan vasta y multifacética la carrera de Andrea, que podrían armarse varias muestras más. De hecho, quedaron afuera las pinturas e ilustraciones de su autoría, un aspecto menos conocido de su talento y creatividad.
Homenaje y legado
“Creo que quedó precioso y la gente quedó fascinada. Estaban todos muy contentos y agradecidos de que hayamos hecho la inauguración ese día”, afirmó Cubelos sobre la jornada de inauguración. Ese día, los periodistas Sonia Tessa y Miguel Passarini compartieron unas palabras dedicadas, mientras que Laura Copello, Mimí Nervios (el personaje de Sergio Escobar), y Verónica López (del grupo "Las Faroleras”, un elenco que Andrea había empezado a dirigir en su taller de Lavardén), leyeron textos de la autoría de Fiorino. Finalmente, Myriam y una prima de la homenajeada, cerraron con una interpretación de “El que atrasó el reloj”, un tema que “ella siempre cantaba, para ponerle un poco de humor”.
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“Había un compendio increíble de artistas de esta ciudad. Fue también abrazarnos entre nosotros, y nos ayudó a sanar estos siete meses, desde que empezó todo hasta el desenlace inesperado. Así que nos abrazamos, brindamos y agradecimos haber conocido a esta persona que fue un talento impresionante”, remarcó la impulsora.
“Creo que a todes nos gustaría estar hoy, acá, festejando con Andrea. No queríamos, nunca hubiéramos querido, hacerle este homenaje”, dijo el día de la inauguración Sonia Tessa, quien compartió con Fiorino el programa televisivo “Ningunas locas” (2019), por el canal provincial.
“La mayoría de nosotres sabemos sobre las difíciles circunstancias de su vida, en distintas etapas. Entre tanto, Andrea se las ingenió para ser brillante. Era implacable, en primer lugar con ella misma. Sólo aceptaba, y se imponía, la excelencia. No era fácil que ella se sintiera conforme con lo que hacía, siempre le parecía que podía ser mejor, y lo que hacía era maravilloso. Como artista, la conocí con El discurso, lamento no haber sabido de ella antes. A partir de ahí fui su fan”, compartió la periodista.
“Estar con ella era magnético: su talento no dejaba títere con cabeza. Y su ética era implacable: en su mundo la integridad tenía un valor muy alto. Pagó un precio también muy alto por ejercer esa integridad”, agregó.
Por su parte, Cubelos recordó el vínculo entrañable que construyó con Andrea a lo largo de toda una vida compartida. “Yo la conocí cuando ella era muy jovencita y bailaba tango. Yo ya cantaba. Cuando uno tiene esa química, esa afinidad, la amistad se transforma en familia. Yo la admiraba un montón, iba a ver todos sus espectáculos. A veces pasaba las fiestas con nosotres. Para mis hijos era como una tía y para mí, una hermana. Siempre estuvimos muy, muy cerca”, aseguró.
“Fue muy inexplicable lo que pasó en tan poco tiempo. El año pasado ella escribió una obra, estaba muy activa. Así que fue un golpazo tremendo para todes. Pero la vida es así, a veces nos sorprende para aprender cosas. Por eso acá estamos intentando celebrar su legado maravilloso que es todo su talento y todo su humor. Siempre estaba escribiendo, dibujando, armando proyectos, haciendo vestuario. Fue una talentosa, una creadora”, cerró Myriam.