Con un complejo método de grabación y una intensa trama, "Adolescencia" genera furor y se posiciona como una de las joyitas de la plataforma
La miniserie británica se estrenó hace días y ya es la más vista en Netflix
“Cuando un chico de 13 años es acusado de asesinar a una compañera de clase, su familia, su terapeuta y el detective a cargo se preguntan qué pasó en realidad”, describe la sinopsis de la nueva miniserie de Netflix, una forma de adelantar una trama intensa e intrigante que logró posicionarse como lo más visto en la plataforma. “Adolescencia” es una miniserie británica de tan solo cuatro capítulos que ha atrapado a los usuarios en su drama criminal.
La trama sigue a Jamie, un niño arrestado por el presunto homicidio de una de sus compañeras. A medida que avanza la historia, se va mostrando el lado más oculto del niño, y se desentierran cuestiones como el rechazo por parte de una sociedad machista con estrictos cánones, la figura ausente de su padre, la incapacidad de gestión emocional, las consecuencias de ciertos consumo en línea y las consecuencias de la misoginia.
Pero además de un poderoso guión, escrito por Jack Thorne y Stephen Graham, y la producción del mismísimo Brad Pitt, bajo la dirección de Philip Barantini la serie toma un aspecto diferencial. Cada uno de los cuatro capítulos de 60 minutos está filmado como un único plano secuencia. El juego de cámaras es impresionante y lo acompaña una técnica de montaje que vuelve a la pieza única y destacable. Sin elipsis ni tiempo de reflexión, el espectador sigue en tiempo real las reacciones y emociones de los personajes.
Con una historia atrapante y cruda que se apoya en las preocupaciones sociales de esta época y una cinematografía virtuosa, distintiva e inmersiva, “Adolescencia” es una serie para ver obligatoriamente y que cuenta con posibilidades de guardarse un lugar entre las mejores producciones del año.
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La técnica del plano secuencia no es en absoluto fácil de dominar ni fácil de justificar. De esta técnica fue pionero el maestro Alfred Hitchcock con su reconocida “The rope” (1948) donde el espectador es testigo de un asesinato y su posterior ocultamiento, todo en tiempo real.
Pero adoptar este método es totalmente complejo en tanto obliga a la actuación y producción a funcionar de forma inmaculada, sin la posibilidad de cometer un mínimo error en tanto este implicaría comenzar toda la grabación desde el minuto 0. Por estas dificultades en el rodaje y por su formato que escapa de las formas tradicionales en las que el espectador disfruta de las producciones, la decisión de grabar en plano secuencia no se ve todos los días.
Sin embargo, cuando se opta por un plano secuencia y se ejecuta tan brillantemente, como es el caso de “Adolescencia”, la atmósfera realista que se crea es realmente asfixiante. El espectador, al no existir cortes, elipsis ni saltos temporales o espaciales, se encuentra inmerso en la historia junto a los protagonistas, arrastrado entre sus pasos y emociones, siempre como un par.
Atestiguando en primera fila cada evento, sensación y detalle, el espectador se vuelve parte de un relato que expone su intimidad y lo interpela profundamente. En esta serie es imposible sentirse ajeno, más bien todos terminan sintiéndose parte y encontrando un grado de responsabilidad en el hecho de que este tipo de historias desgarradoras no queden encerradas en las pantallas de la ficción.
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El elenco está liderado por un deslumbrante Owen Cooper en el papel de “Jamie Miller”, el niño protagonista, y Stephen Graham quien encarna a su padre, “Eddie Miller”. La familia queda completada con Christine Tremarco como “Manda Miller”, la madre de Jamie, y Amélie Pease como Lisa Miller, su hermana.
En el cuerpo policial destaca Ashley Walters como el inspector “Luke Bascombe” y Erin Doherty como “Briony Ariston”, la psicóloga clínica asignada al caso.
El resto del reparto incluye nombres como los de Faye Marsay como “Misha Frank”, Mark Stanley como “Paul Barlow”, Kaine Davis como “Ryan”, Jo Hartley como la “Sra. Fenumore”, Austin Haynes como “Fredo”, Lil Charva como “Moray” y Elodie Grace Walker como “Georgie”.
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