Entre el público de Young Miko hay de todo: pequeñas niñas con vinchas de su ídola agarradas de los brazos de sus padres, parejas diversas -muchas de la comunidad LGBTIQ+-, grupos de chicas jóvenes que pensaron el look hasta el último detalle y otros curiosos que vinieron a ver quién es esta chica de Puerto Rico que viene haciendo tanto ruido en la escena mundial.
Miko, como llaman cariñosamente las fans a María Victoria Ramírez de Arellano Cardona, llegó a Rosario por primera vez en el marco de su “XOXO Tour 2024”, una gira que viene realizando en toda Latinoamérica desde hace un tiempo. La cantante, que además de su propia ruta se ha hecho tiempo de encarar dos giras paralelas para acompañar como soporte a Karol G en su tour por Estados Unidos, desembarcó en la ciudad en una visita al país que también la llevará a Córdoba y Buenos Aires.
Una de las causas por las que Young Miko genera curiosidad y fascinación es que se trata de la primera cantante mujer de música urbana abiertamente homosexual, algo que podría ser un dato totalmente intrascendente, sino fuera porque toda su lírica compositiva gira en torno a la admiración, amor y fascinación que tiene por otras mujeres. Mientras el trap y el reggaeton hecho por hombres ha sido criticado ampliamente por cosificar a la mujer, la propuesta de Miko está en el otro extremo. La joven de 26 años compone para adular al género femenino románticamente en canciones como “Lisa”, donde describe lo que le gusta de las chicas o “Curita”, donde intenta superar una relación anterior con una dama.
Una noche 100% chicas
La noche comenzó con un show de Sol Sainz, que se ocupó de ir calentando los asientos con sus propios temas. Sola, con una pista y sin necesitar más nada, se bancó la apertura perreando y arengando a los asistentes que celebraron con aplausos cada uno de sus tracks. Como buena frontwoman, ella misma se ocupó también de entusiasmar a las fanáticas preguntándoles si estaban listas para la llegada de la artista principal.
Cuando Young Miko tocó el escenario, las bombachas y corpiños de encaje, junto a peluches y banderas, volaron al frente del escenario en una mixtura extraña pero representativa de lo que genera en el público: fanatismo clásico y sensualidad posmoderna. Chicas admirando chicas, chicas cantando para chicas, chicas con chicas, chicas para chicas. El escenario, con grandes pantallas y cortinados que también servían para reflejar visuales, se llenó con una banda completa que incluía hasta teclado y corista. Con una cama en el centro, las visuales reflejaban una habitación adolescente. Allí estaba la puertorriqueña enfundada en un traje de dos piezas que parecía ser un pijama de satén: “Me vestí de azul y blanco para ustedes”, le dijo a los presentes al saludar, marcando su humilde homenaje a la bandera argentina. En la parte posterior de la chaqueta, brillaba un gran 10 con el nombre “Baby Miko”.
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El espectáculo, que comenzó con “Rocky of the year” y “Oye ma”, tuvo distintos momentos muy marcados. El primero fue junto a su banda de artistas puertorriqueños seniors, con gran talento musical y una cultura del rock muy marcada, algo que contribuyó a que el show fuese más ecléctico. En esa parte, la rubia de ojos claros desarrolló un set más pop y por momentos funk, además de tomarse el tiempo de presentar uno a uno sus músicos. El siguiente bloque fue un rato íntimo para tracks más traperos que convirtió en pseudo baladas, como son “Twiggy” y “Arcoíris”. También tocó “8 am”, el tema que comparte con Nicki Nicole, en lo que fue un instante full rosarino. En este lapso también se tomó un momento para conversar con su gente y recordarles que ese era un encuentro único, de conexión, solo para los que estaban allí.
Para cuando Young Miko entonó “Tres tristes tragos”, su fandom sacó a relucir su ingenio con un fan action (una acción coordinada por el público): el Anfiteatro se llenó de carteles blancos, impresos de forma idéntica, que rezaban la frase “Nos diste algo real, algo escrito en tinta”. Estos no fueron los únicos carteles que hubo, sino que durante la noche aparecieron muchos más con piropos provocativos y elocuentes que las chicas le dedicaron a la cantante y que ella, pacientemente, se tomó el tiempo de leer entre risas. Algunos decían frases como “Miko, esta Navidad quiero ser tu regalo” o “Dile a papá que no tiro pa’ ese lado”. A la dueña de ese último cartel, la artista respondió con un gesto muy Internet 2.0: “Sister”, le dijo golpéandose el pecho con la mano.
El show también tuvo un tema pseudo techno con “Colmillo”, para luego volver al trap y reggaeton sobre el final con canciones tipo “Chulo”, “Offline” y “Classy 101”. También entonó “Fina”, el tema que comparte con su pana puertorriqueño Bad Bunny, en el último disco de éste. En ese momento, miró al costado del escenario, donde estaba Tini Stoessel (con quien se la vincula amorosamente) y le dedicó una frase de la canción, desatando la euforia de las fanáticas. Divertida y cómplice con su público, en “Pinot Grigio”, salió al escenario con un shot para brindar con todos los presentes.
Cerca del final, desató una catarata de hits que empezó con “Yo Sé Que Me Dijiste”, el tema para corazones rotos que tiene con Feid. Luegoentonó su “Bizarrap Music Sessions Vol 58” para después terminar con “Curita”. La presentación finalizó con Young Miko envuelta en la bandera argentina, sola y con las luces encendidas, tirándole besos a las fanáticas que se resistían a irse. Otro momento íntimo entre ella y sus chicas que quedará para el recuerdo.